Fundir al Madrid, según Lamine y Raphinha
Entre los dos, ocho goles a los blancos este curso. El brasileño lleva 32 goles y 15 asistencias; el Golden Boy, 15-24.


Experto en remontadas (contra el Madrid firmó la novena de la temporada), el Barcelona ha terminado por no extrañar a nadie cuando levanta un partido a lo bestia. Como contra el Benfica (de 4-2 a 4-5), Atlético (de 0-2 a 4-2) o Celta (de 1-3 a 4-3, le ha cogido gusto al más difícil todavía. Y esta vez, no había rival más complicado. El Barça perdía 0-2 al cuarto de hora y hubo quien incluso miró con el retrovisor al goalaverage. Lejos de esconderse y atormentarse por lo que había pasado en Milán cinco días antes, agarró el partido por la pechera y se llevó por delante al Madrid en media hora de fútbol total en la que, sin Lewandowski (pero con un gran Ferran), Lamine y Raphinha cogieron la bandera azulgrana y fueron con todo.
Esta vez, al ‘19’ sí le entró el lanzamiento que Sommer le negó en Milán. El tercer gol que le hace al Madrid esta temporada. En el primero, tiró arriba sorprendiendo a Lunin con la derecha. En el segundo, buscó justo lo contrario a lo que hizo ayer, y lanzó al palo corto de Courtois. En Montjuïc, localizó el largo. El 2-2 ya parecía suficiente antes del descanso. Pero el Barça olió la sangre. Especialmente, uno de sus alma-mater. Raphinha terminó de coronar una temporada deslumbrante con dos goles que dicen mucho de él como jugador. El primero, arrancando al espacio, sabiendo que Pedri le pondría el balón en el sitio para clavárselo a Courtois en el rincón que se le negó en la final de Copa. Y luego, robándole la cartera a Lucas Vázquez, que ha debido tener pesadillas estos meses con él, para habilitar a Ferran y colocarse en el sitio exacto para empujarla. 32 goles y 25 asistencias. Unos números de crack absoluto que lo hubiesen puesto con seguridad en el podio en el Balón de Oro si el Barça hubiese llegado a Múnich.
La guinda de Lamine
A sus 17 años, los números de Lamine no se quedan atrás. 15 goles y 24 asistencias sin ser todavía mayor de edad. Y la sensación de que ha aparecido en todos los partidos grandes del curso. Convertido en uno de los líderes del equipo pese a no ser aún mayor de edad, Lamine mandó un mensaje horas antes del partido. “Nuestra mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarnos cada vez que caemos”. Una vez más, no sólo habló en las redes. También en el campo.
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