Espanyol-Las Palmas: un partido de 10 millones de euros
La cláusula de rescisión de Joan García es de 25 millones de euros, pero en caso de descenso bajaría a los 15. Media Europa estará pendiente del duelo del sábado.
No todo lo que pasa en el fútbol tiene que ver con si el balón entra en la portería contraria, y no en la propia, o no. La viabilidad de los clubes pasa por contar con una estabilidad económica y social y en el Espanyol es casi misión imposible. Las últimas temporadas se han vivido al límite y de ahí que se recojan más tempestades que alegrías. Este año, de nuevo, se vuelve a llegar al límite y, en la última jornada ante Las Palmas, se vivirá un duelo a vida o muerte. De Primera o Segunda. Porque todo lo que no sea vencer (si el Leganés sí lo hace ante el Valladolid) conllevará el descenso de categoría. Uno más, el tercero en las últimas seis campañas.
Es cierto que se tratan de lanzar mensajes repletos de positivismo porque si algo tiene el Espanyol es que depende de sí mismo. Si gana, se salva. Además, se enfrenta en casa a un Las Palmas ya descendido. La afición no fallará consciente de que la viabilidad de la entidad pasa por continuar en Primera. Y es que un nuevo descenso sería un mazazo considerable y solo haría que acelerar la descomposición.
Porque no solo se volvería a perder músculo económico, también retener a jugadores precisaría de milagros. Por ejemplo, Javi Puado, que acaba contrato, no seguiría en Segunda y multitud de clubes se ‘aprovecharían’ de la situación yendo a la caza, a precio de saldo, de algunos futbolistas. El caso más claro sería el de Joan García. El portero perico ya de por sí acumula ofertas de Inglaterra, Alemania y España y si se baja, sería aún más fácil firmarle. La ‘culpa’ su contrato.
Joan García tiene contrato con el Espanyol hasta 2028 y su cláusula de rescisión es de 25 millones, pero es variable. Y es ahí donde radica la importancia de continuar en Primera. Esos 25 millones, por ejemplo, para equipos de la Premier como el Arsenal son totalmente asequibles. También de la Bundesliga, como el Bayern Leverkusen. Pero se convertiría en aún más goloso si la cifra se rebajase en diez millones y bajase hasta los 15 kilos. Que es lo que sucederá si el Espanyol baja a Segunda. Entonces se abriría la veda y el club perico perdería aún más dinero del que supondría un descenso puro y duro.
Un nuevo golpe a la línea de flotación de una entidad ya maltrecha y un tanto a la deriva. Media Europa, por lo tanto, estará pendiente del Espanyol-Las Palmas con la chequera preparada porque si el precio de Joan García baja hasta los 15 millones de euros. Multitud de clubes llamarían a su puerta como, por ejemplo, el Girona que le sigue desde verano. Por 15 millones no dudaría en volver a lanzarse a por él.
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