Diez años de la noche de Berlín
El Barcelona de Luis Enrique y la MSN tocó el cielo en la capital de Alemania y desde entonces sigue esperando llegar a otra final. Con Flick estuvieron a dos minutos de lograrlo
Hoy, 6 de junio, se cumple el décimo aniversario de la Champions de 2015 en Berlín. Fue el último título levantado por el Barcelona, que sigue seco en la máxima competición continental desde entonces. Ese día, el equipo azulgrana tocó el cielo en la capital de Alemania y tras ello encadenó una serie de fracasos estrepitosos en Europa que dejaron malmetido el prestigio azulgrana entre los grandes.
Luis Enrique, que acaba de hacer historia logrando la primera Champions para el PSG, era el entrenador de un equipo sublime, que se impuso a la Juventus por 1-3 con goles de Rakitic, Luis Suárez y Neymar. Le tocó a Xavi Hernández, suplente en la final, levantar el título. Fue su mejor manera de decir adiós al club de su vida. Con el entrenador asturiano y la MSN (así se bautizó a la delantera formada por Messi, Luis Suárez y Neymar) ese Barça era prácticamente imbatible.
Para llegar a la final, el Barcelona tuvo que deshacerse de los campeones de las grandes Ligas europeas. En octavos al Manchester City, en cuartos de final al PSG y en semifinales al Bayern de Múnich.
Berlín 2015 sigue en el corazón de los barcelonistas. Era la quinta Champions en la historia del club y todo parecía indicar que llegarían algunas más. Pero no fue posible. Y desde entonces se han acumulado noches muy amargas como las de Turín ante la Juventus, Roma, Liverpool o Lisboa ante el Bayern de Múnich.
Esta temporada, con Hansi Flick en el banquillo, el Barcelona se quedó a dos minutos de volver a una final de la Champions, esta vez en Múnich. Pese a quedarse a las puertas, lo más importante es que el equipo se ha vuelto a ganar el respeto europeo. “Queremos ganar la Champions el próximo curso. No es fácil, pero debemos ir unidos. No se trata de ser perfectos, sino de progresar juntos, paso a paso”, dijo Flick. También Lamine Yamal se comprometió a levantar el título. Budapest espera.
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