Ciao, Carlo; dovidenja, Luka
Emocionante e histórica despedida a dos leyendas en el Santiago Bernabéu. “Ha sido un honor; Hala Madrid y nada más”, dice Ancelotti, entre lágrimas. Kroos, presente en el adiós de Modric

Hay veces que adiós, significa hasta siempre. Que una despedida lo es, sin serlo del todo. Que algo se acaba, pero se queda. Una paradoja del día a día. Mucho más común en la vida de cada uno, de lo que nos imaginamos. En fin. Pongamos que hablo del Santiago Bernabéu. Del 24 de mayo de 2025. Un día que, para siempre, será ese día. El de la despedida de Ancelotti y Modric. Aquel en el que ese estadio, acostumbrado a tal desenfreno que lo apodan el manicomio, fue paz. Más de 80.000 personas con la piel de gallina. Más de 80.000 sonrisas y lágrimas. Y en sus casas. Una tarde con la historia del Real Madrid, para la historia del Real Madrid.
“Será emocionante”, decía ayer Ancelotti. Y lo fue. El público se pasó el partido coreando sus nombres. Una y otra vez. Desde el calentamiento hasta el pitido final. Si a la salida del estadio hubiesen preguntado cómo terminó el partido, muchos no lo sabrían. Daba igual. Era su tarde. Innegociable. Y punto. Pero el homenaje empezó en torno al 85′, cuando Modric fue sustituido. Un momento para la historia. De los que erizan la piel, sin importar bufandas. Luka se abrazó con sus compañeros y quedó sorprendido al ver como todos, también rivales, le hacían un pasillo hacia la banda.
Y de repente... Kroos
El final a tanto se dibujó con el pincel que el fútbol utiliza para el respeto. Modric se abrazó, saludó, agradeció y llegó a la banda, donde estaba la guinda: Kroos le esperaba. Su compañero. Su amigo. Su otra media vida. Y la de tantas, a la vez. Qué pareja. Qué jugadores. Qué leyendas. El Bernabéu se vino abajo. Lágrimas en la grada al ver una instantánea que nunca se borrará de la memoria y, a la vez, se vería por última vez. Modric y Kroos, en el césped.
Y su familia
Luka abrazó a su familia en la banda, imaginando que eso sería todo. Qué equivocado estaba. El Bernabéu no paró de ovacionar, de aplaudir, de corear. Obligándole a volver a salir al césped. En total, fueron cuatro minutos para él. Con el partido completamente parado. Con los rivales aplaudiendo. El fútbol, su fútbol, pasó a ser lo de menos. Porque sólo importaba él.
Turno para Carletto
Minutos después, silbatazo final y comienzo al gran homenaje. Esta vez, compartido con Ancelotti. Vídeo de su paso. De su historia. Ovación. Y micrófono. “No es fácil hablar hoy, pero lo intentaré. Ha sido un honor, un placer entrenar este equipo. En primer lugar, quiero agradecer a mi querido presidente, Florentino. Ha sido fantástico entrenar a este grupo de futbolistas y compartir con vosotros todos estos momentos. Nadie olvidará la remontada al PSG, los dos goles de Rodrygo al City, el pase de Modric ante el City (un lapsus, fue contra el Chelsea) y los dos goles de Joselu al Bayern. Hala Madrid y nada más”, dijo. A lágrima viva. Ruborizado. Casi sin poder hablar.
“Sonríe porque sucedió”
Luego, llegó la hora de Modric. Un bis que se hizo corto, de las ganas que había. “Es difícil hablar, sí... gracias a todos, al presidente Florentino, a todos los entrenadores que he tenido, a mi familia, sin la cual nada habría sido posible. Hemos ganado mucho, pero mi mayor título ha sido llevarme vuestro cariño, el de esta afición. Gracias. Y para terminar, quiero decir una frase que me gusta mucho: ‘No llores porque se terminó, sonríe porque sucedió”, dijo Luka. Ovación cerrada en el Bernabéu. Y vuelta de honor al estadio. La última. Florentino lloraba en el palco.
Historia para la historia
Se marchan el entrenador y el jugador más laureados de toda la historia del club. Y son 123 años. Ancelotti ha ganado 15 títulos, más que nadie (con la Intercontinental, su último, superó los 14 de Miguel Muñoz). En su haber, tres Champions, dos Ligas, dos Copas del Rey, dos Mundiales de Clubes, una Intercontinental, tres Supercopas de Europa y dos Supercopas de España. Modric ostenta 28 títulos, más que ningún otro futbolista (superando los 27 de Carvajal). Se marcha con seis Champions, cuatro Ligas, dos Copas del Rey, dos Copas del Rey, cinco Mundiales de Clubes, una Intercontinental, cinco Supercopas de Europa y cinco Supercopas de España. Se marchan dos leyendas.

Ciao, dovidenja
Qué mal se le da al Real Madrid despedir a sus leyendas. Qué mal se ha gestionado todos los últimos días, a nivel de comunicación. Qué fría la organización de este homenaje (poco, más allá de los tifos en los fondos; por no haber, no hubo ni rueda de prensa después). Y sin embargo, qué tarde. Porque el sentimiento va por el ADN. Por dentro. Por la gente. Y es incontrolable. Se abre paso incluso cuando le ponen pocos medios. Y eso pasó con dos leyendas. Con dos figuras que son historia e irán directas a la historia. Que este 24 de mayo de 2025, dijeron adiós, diciendo hasta siempre. Y se llevaron el cariño de su gente. De su familia. ‘Ciao’ Carlo; ‘dovidenja’, Luka.
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