Vale que Osasuna visitaba la casa del líder y que el Barcelona es uno de los mejores equipos del mundo y que está plagado de internacionales. Vale que Osasuna es un equipo humilde, que está a años luz, en cuanto a presupuesto y plantilla de su rival. Pero así no. No puede ser que pese a que no seas el favorito para ganar el partido, hagas que esto se acentúe cuando, literalmente tiras la primera parte del encuentro a la basura.
Los navarros se mostraron como un equipo ausente, sin ideas, sin intensidad, sin alma, sin mecanismos y si me apuran si plan de partido aparente. La actitud de los jugadores de un Osasuna metido atrás no fue la indicada, ya no para medirte al líder sino para jugar en Primera División.
Los rojillos no son, a día de hoy, ni la sombra del equipo aguerrido, valiente y luchador que le ha caracterizado prácticamente a los largo de toda su historia. Los números de los de Vicente Moreno a domicilio son pésimos, sólo una victoria. Eso por no hablar de que sólo han sumado 12 puntos en los 16 últimos partidos o si les gusta más, 12 de 48 puntos posibles. Un Osasuna que en el primer tercio de la liga llegó a estar quinto transmite, ahora, muy malas sensaciones. El equipo está absolutamente desmotivado. Es complicado saber cuál es la solución para que las cosas se compliquen todavía más pero, desde luego, así no.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar
Tu opinión se publicará con nombres y apellidos