MIGRANTES DEL BALÓN

De conquistar Indonesia a reinar en India: “No cambiaría esta experiencia por nada”

Un año después de levantar la Liga 1 con el Persib en Indonesia, el central canario Alberto Rodríguez conquistó la Superliga india con el Mohun Bagan.

De conquistar Indonesia a reinar en India: “No cambiaría esta experiencia por nada”
Martín Manchón
Actualizado a

Alberto Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 1993) lo volvió a hacer. Un año después de levantar la Liga 1 con el Persib Bandung en Indonesia, el central canario conquistó la Superliga india con el Mohun Bagan Super Giant, uno de los clubes más laureados del subcontinente asiático. “Lo que hemos vivido ha sido una locura. Ganar dos ligas en dos países diferentes, con la exigencia que eso conlleva… No me lo creo ni yo”, reconoce desde Canarias, donde disfruta de unas vacaciones tan merecidas como extensas: “Jugando en India las vacaciones son más largas, sí. Ya me lo habían dicho compañeros que estuvieron por allí. Pero tampoco puedes desconectar del todo, hay que mantenerse en forma”.

No ha sido una temporada cualquiera para Alberto. Aterrizó en India el verano pasado tras desvincularse prematuramente del Persib, donde aún le quedaba un año de contrato. Lo hizo seducido por la llamada directa de José Francisco Molina, exportero internacional con España y actual entrenador del Mohun Bagan. “Fue clave. Que te llame el propio míster, que te explique el proyecto, que sea español… Eso te da confianza desde el primer minuto. Me ofrecieron dos años, hablé con el cuerpo técnico, me informé bien y aunque en Indonesia no querían dejarme salir al principio, al final aceptaron. Me lancé”, rememora Rodríguez.

Entre 40.000 y 60.000 personas en el estadio

No era, por lo tanto, la primera vez que Alberto Rodríguez salía de España, pero India impone. “Yo ya venía con una base por mi experiencia en Indonesia, pero aun así el cambio se nota. Si vienes directamente desde España es un choque brutal. En la calle ves mucha pobreza, el estilo de vida es muy diferente. Pero nosotros vivimos en una burbuja: hotel de cinco estrellas, todas las comodidades, y al final, con la rutina del día a día, te adaptas”, reconoce el central canario, que aterrizó en un club, el Mohun Bagan, que es historia viva del fútbol asiático. Fundado en 1889 en Calcuta, su hinchada es una de las más apasionadas del continente. “Cada partido es una fiesta. Tenemos entre 40.000 y 60.000 personas en la grada. Lo viven muchísimo. Sales a la calle y la gente te reconoce, te pide fotos, firmas… En Asia en general es una locura. Por ejemplo en Indonesia, salvando las distancias es como si un jugador del Real Madrid se paseara por Madrid. Es bonito porque te hace sentir súper valorado".

Alberto lo ha sentido desde el primer día. “Desde que llegas, notas ese respeto. Que seas español ya genera expectativa. Te ven como alguien que va a rendir. Luego, claro, hay que demostrarlo. Porque en el fútbol, si no lo haces bien, mañana no se acuerda nadie de ti. Pero ese empujón inicial lo notas”, descubre el canario, que ha completado una temporada sobresaliente erigiéndose como una de las piezas clave del Mohun Bagan campeón: “El míster insistió mucho en tener dos centrales extranjeros. Fuimos el equipo menos goleado de la Liga, batimos récord histórico. Desde ahí, fuimos hacia arriba. Teníamos jugadores diferenciales arriba, tanto extranjeros como locales, y acabamos arrasando en la fase regular”.

“Marcarme en propia en la final fue un palo, pero hay que tener personalidad”.

Alberto Rodríguez, jugador del Mohun Bagan

Mohun Bagan conquistó con solvencia la fase regular y alcanzó posteriormente la final del ‘play-off’ por la ISL Cup, donde todo estuvo cerca de torcerse cuando Alberto Rodríguez se marcó el 0-1 frente a Bengaluru en propia puerta. “Fue un palo, claro. El primer gol así en mi carrera. Se te viene todo a la cabeza: la temporada que has hecho, la ilusión de la gente, el doblete… Pero hay que tener personalidad. Seguimos jugando con confianza, empatamos, y al final ganamos. Fue una liberación”, recuerda el canario. La celebración, eso sí, fue más contenida que en Indonesia: “Allí salimos con el bus por toda la ciudad. En India se celebra más en el estadio, con la afición, y luego en privado en el hotel”.

Noticias relacionadas

El contraste entre ambos países es constante. “La vida en Indonesia es más parecida a España. Vivía en un apartamento, con supermercado internacional enfrente, podía salir a cenar porque había variedad de oferta... En India es distinto. Vives todo el año en un hotel, como si fuera una pretemporada eterna. Pero te acostumbras. Te lo ponen fácil”, detalla Alberto Rodríguez, que no pudo evitar la clásica infección alimentaria: “Realmente intenté comer siempre cosas normales, pero aún así acabé vomitando, con fiebre altísima. Lo pasé fatal. Da igual lo que cuides, siempre hay algo que se escapa. Pero fue solo un día y ya está”.

De Canarias a la conquista de Asia pasando por Lugo

La aventura asiática de Alberto Rodríguez comenzó tras dos años en el Lugo: “Tenía opciones de seguir en Segunda, pero surgió lo de Indonesia y no me lo pensé mucho. Hablé con Luis Milla, que era el entrenador, con Tyronne del Pino, que ya estaba allí… Todos me dijeron que no lo dudara. Y fue lo mejor que hice”. En Bandung vivió algo irrepetible -“el club llevaba 10 años sin ganar la Liga. La ciudad era una locura, la gente llorando con el escudo tatuado, agradeciéndotelo todo. Jamás había vivido algo así”- y ahora, con dos ligas en el bolsillo y contrato en vigor, no piensa en parar. “Estoy muy a gusto. Y si miro atrás, solo puedo pensar que tomé la decisión en el momento perfecto. No lo cambiaría por nada”. Su próximo reto, la Champions League Two de Asia.

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en Migrantes del Balón

Productos recomendados