El Talavera sufre para eliminar al Utebo

La experiencia es un grado. Y en los momentos más delicados del partido en El Prado, se notó. El Utebo, en su cuarto playoff consecutivo, sacó ese bagaje para manejar mejor esos minutos de nervios en la eliminatoria y trasladarlos a la grada, que se vio comiendo en la feria antes de tiempo (la Ciudad de la Cerámica anda en plenos festejos de San Isidro) y acabó en la prórroga. Pero el Talavera se guardaba un arma en el banquillo. Rubén Solano, único superviviente del último playoff en El Prado, hace ocho años y aunque entonces fue como rival, llevó el alivio a la grada en un tiempo extra que remató Arauz, otro jugador que Vázquez sacó desde el banquillo, para poner la bola del Talavera en el sorteo de mañana lunes (13:00) en Las Rozas.

El Talavera obró la remontada en dos actos de fe. Uno de Álvaro Sánchez, otro de Edu Gallardo. Los talabricenses apenas habían tenido dos acercamientos con escaso peligro cuando el 9 convirtió una jugada ensayada que salió de aquella manera en un balón muerto en el área que aprovechó Isaiah para igualar la eliminatoria. No hay balón que caiga del aire que no haga bueno Álvaro.

De nuevo con ventaja en la eliminatoria se desenvolvió mucho mejor el Utebo. El equipo aragonés le quitó el balón al Talavera y el árbitro le quitó la paciencia. Un listón muy volátil en las faltas, un criterio dispar en las tarjetas, dos penaltis no pitados (uno protestado con bastante razón y otro más en el límite) y, ya en la segunda parte, un fuera de juego de ver para creer encresparon al personal.

Del descanso salió un Talavera con las ideas frescas y más dominio del balón. Terreno en el que el Utebo se sintió más incómodo. Avisó Cambra, pero tenemos que volver a la figura de Edu Gallardo. El golpe lo dio el capitán cerámico en una jugada por la derecha que él se inventó y él culminó. El Talavera más reconocible de todo el playoff se transformó en un ciclón y en cuestión de minutos Cambra regaló el 3-1 a Álvaro Sánchez en una jugada de vértigo. El máximo goleador blanquiazul le debe una invitación en la feria al jugador cedido por el Levante.

El equipo talabricense se veía con la vitola de ganador ante un panorama típico de playoff. El Utebo no se reencontró consigo mismo tras el 2-1 y, víctima de sus imprecisiones, encajó el tercero antes de reaccionar. Y a punto estuvo de llegar el cuarto. Pero, con 25 minutos por delante, y a la par que el exceso de euforia se apoderaba de la grada, al Talavera se le acabó haciendo bola el partido. El encuentro parecía inclinarse más hacia el área de Samu Rodríguez que al de Jaime y en el 83’ Camilo, que ya había sido un quebradero de cabeza para los blanquiazules en la vuelta, forzaba la prórroga rematando un centro de Barrero. E incluso tuvo una oportunidad clarísima el Utebo de evitarla en el 90’ con un cabezazo escorado de Borao que acabó en el lateral externo de la red y dejó petrificado a más de uno en la grada.

El Talavera llegó al tiempo extra más entero y con el viento a favor. Dio tres avisos en la primera parte y al final se aprovechó de la ambición del Utebo, al que en los últimos quince minutos no le valía otra que volcarse en el área rival. Circunstancia que aprovechó el Talavera a la contra. Primero Rubén Solano, no sin suspense, y luego Arauz para redondear la faena. A la tercera tampoco fue la vencida para un excelente Utebo, que durante muchos minutos de la eliminatoria fue superior y tuvo contra las cuerdas a su rival. El Talavera luchará por el ascenso hasta la final.

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