Los ruidos, la espina del Bernabéu

La temporada veraniega de conciertos es el gran elefante en la habitación cuando se habla en el Real Madrid del crecimiento casi exponencial de los ingresos con el nuevo Bernabéu, convertido en una fuente imparable. Iba a ser el aldabonazo definitivo tras la tanda inicial de 2024 (Taylor Swift, Karol G...) a la estrategia del club de convertirse en el epicentro de los macroconciertos en España. Pero el problema de los ruidos la ha echado temporalmente abajo. El plan de insonorización marcha, pero lento. Como informó AS en noviembre pasado, el Madrid encargó el estudio del proyecto a una superempresa especializada, Arup. Exploró otras opciones, además.

Fuentes del sector cifraron el coste en cerca de 20 millones de euros y aunque se ha dado luz verde, por ahora no se han producido avances significativos en las reformas necesarias. Y los conciertos están volando. Como el de Lola Índigo, que echa sal en la herida porque anunció a inicios de mes que muda su show del próximo 14 de junio... al Metropolitano. Lo mismo que hizo Dellafuente. Y lo mismo que podría acabar haciendo Aitana.

La catalana es, por ahora, el único espectáculo que la entidad mantiene en su apartado de ‘Eventos y conciertos’ de su página web, pero sin fecha (los dos shows estaban reagendados para el 27 y 28 de junio tras suspenderse los de diciembre). Se trabaja para no perderlos, pero el entorno de la artista ha valorado irse al Metropolitano (aunque habría conflicto de fechas con el concierto allí de Imagine Dragons) o incluso al Movistar Arena añadiendo una tercera fecha.

Mientras la insonorización no sea un hecho y cumpla con la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT), es un varapalo económico y de imagen para el Madrid...

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