“Los futbolistas somos gente muy preparada para ocultar nuestros sentimientos”
Charla entre el exportero Zubizarreta y el periodista deportivo Segurola obre fútbol y literatura.
La Biblioteca de Bidebarrieta, en el Casco Viejo bilbaíno, abrió este miércoles sus puertas a la literatura deportiva a través de un diálogo entre el exportero Andoni Zubizarreta y el periodista Santiago Segurola. Bajo el título ‘El Ritmo Infinito. Cómo la emoción y la épica del deporte pueden trasladarse a las palabras’, el evento forma parte del programa Letras Móviles, impulsado por la consultora Thinking Heads, que ha organizado encuentros similares en Madrid con la participación de figuras como Jorge Valdano, Luis García Montero -director del Instituto Cervantes- o Soledad Puértolas -escritora y académica de la RAE-.
Zubizarreta y Segurola han confesado nada más comenzar la charla que su relación comenzó con uno y otro situados en lugares opuestos del mundo futbolístico. Andoni era portero y Segurola, periodista. “Él contaba lo que yo hacía”, ha comenzado diciendo el exguardameta. Pese a ello, ambos mantienen una estrecha amistad que ya se prolonga por más de tres décadas.
Tienen algo más en común. Reivindican que la unión de fútbol y literatura es posible. Que el deporte de masas también puede dar forma a un texto con valor literario. Pero su visión no es la mayoritaria en la sociedad, según Segurola ha denunciado: “La intelectualidad de este país fue adversaria del fútbol”. En su opinión, el origen de esa distancia está en las raíces de la sociedad española, en la dictadura de Franco e incluso antes.
“España era un país taurino” en los albores del siglo XX. Y después, “la asociación con el franquismo le daba al intelectual la excusa para despegarse de algo de lo que debería estar más cerca. Cualquiera que no se dé cuenta de las posibilidades y la importancia que tiene el fútbol a nivel social, económico y político no es un intelectual”, ha denunciado el periodista. Pero esa lejanía parece estar llegando a su fin. “Ahora parece que a todos los intelectuales, a los poetas o a los novelistas, nos gusta un poco más hablar de fútbol”, ha asegurado. Y así debe ser, pues “yo tengo la idea del fútbol como un elemento básico del sistema actual, del capitalismo y sus derivadas, algunas muy inconvenientes; forma parte de ello”.
Lo que no está cambiando, o al menos no de manera tan clara, es la imagen del futbolista, que, para Segurola, sigue siendo visto como “alguien que esté al margen de todo esto”. Algo que ha corroborado Zubizarreta, que ha tirado de humor para hacer una distinción: “Tendríamos que separar a los futbolistas de los porteros. Creo que tenemos una visión desde otro lugar”.
Más allá de la broma, Zubizarreta ha coincidido en que “el deportista en general, y el futbolista en particular, ha sido un sospechoso. Se pensaba que si no decía mucho es que no tenía nada que decir. Pero es que tampoco se le preguntaba nada que pudiera salirse del deporte. Se creía que no tenía nada que decir porque vivía rodeado de dinero y lejos de la realidad”.
Por eso, en su opinión, “en este país no hemos conseguido hacer un desarrollo literario del fútbol. E incluso ahora, cuando un futbolista hace una entrevista o graba un vídeo, suele haber alguien que le ha escrito esos mensajes, normalmente un community manager”. Esta distancia habría motivado que las crónicas deportivas se limitaran durante mucho tiempo al dato: “Parecía que de fútbol no se podía escribir bien, que había que contar los goles, las jugadas de peligro y poco más. Parecía que no podía haber literatura acerca de ello”, ha opinado.
“Hasta el año 2000, no había en España ninguna editorial que te quisiera publicar un libro de fútbol. Y ahora ocurre lo contrario”, ha afirmado Segurola. Eso sí, cantidad no es siempre sinónimo de calidad. Y aunque “algunos están bien, y hay un afán literario por trasladar el paisaje del deporte”, el periodista cree “que todavía hay que hacer un esfuerzo mayor”. La pelota, a su juicio, está en el tejado de las grandes plumas del país: “Seguramente lo tienen que hacer los grandes escritores, que igual son seguidores del fútbol pero aún consideran que no es un terreno adecuado para ellos”.
Precisamente al hilo del cambio de siglo, Segurola y Zubizarreta han dialogado acerca de la evolución del fútbol en los últimos años. “Ahora el fútbol se juega de forma diferente, le están cortando las alas. Ahora el fútbol es para entomólogos”, ha lanzado el periodista. A su argumento se ha unido Zubizarreta mediante el recuerdo de una charla con el Txopo Iribar: “Ángel decía que nosotros somos porteros de imaginar. En nuestra época, tú leías o escuchabas sobre fútbol y te imaginabas cómo había sido esa acción. Hoy en día nos dicen que la imagen lo es todo”, ha relatado.
Además, Zubizarreta ha puesto sobre la mesa el peligro que acarrea ese excesivo énfasis en la imagen: “Tenemos una retransmisión de gran calidad, la imagen desde diferentes ángulos... Y parece que con eso basta, que detrás no hay nada más, como si la vida fuera un cuadro. Y la vida es lo que le pasa a la gente. Los datos son solo una mínima parte. Y es lo que pasa con el fútbol. El fútbol no es solo una jugada, un gol o un resultado. Son sensaciones, momentos, relaciones. Y eso es lo que recogían las crónicas y que no ha llegado a la actualidad”, ha dicho.
Sobre las emociones en el mundo del fútbol, Zubizarreta también ha confesado que “los deportistas en general y los futbolistas en particular somos gente muy preparada para ocultar nuestros sentimientos, para que nuestra coraza nos proteja de todo, incluso de una crónica de un periodista o de un error en un partido. Nosotros estamos entrenados en nuestras cabezas para evitar ese tipo de situaciones. Y esa parte emocional, que seguramente habilitaría lo literario a través de la superación de las debilidades, solemos esconderla”.
A ello, Segurola ha dado una explicación: “No queréis parecer débiles”, le ha espetado. El exportero ha reconocido que es así, y que “seguramente eso tiene que ver con la masculinidad o con cómo la debilidad se considera que no tiene cabida en nosotros”. Esa forma de entender la masculinidad es, precisamente, un peligro para las mujeres, según Segurola: “Yo he leído a gente que está en el mundo de la cultura y la literatura echando pestes del fútbol femenino. Es muy desagradable”, ha diagnosticado.
Para esa parte de la sociedad, “hay una visión que considera a la mujer como un rio en el deporte. Y concretamente el fútbol, a cierta gama de pensadores, es el deporte que más le molesta que la mujer practique. No le importa que juegue a baloncesto, a balonmano, que corra o nade. Pero el fútbol es tan importante y tan definitorio que a mucho escritor e intelectual le molesta que las mujeres jueguen al fútbol. Eso es algo que está pesando. Debajo del ‘caso Rubiales’ también está todo eso”, ha proseguido.
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