ATLÉTICO

La curiosidad que une al Sicario del Cholo con otro gran 9 del Atleti

El noruego, autor del hat-trick más rápido en la historia de la Liga, tiene un lugar común con Luis Suárez. Y un secreto en su pasado para los goles.

Sorloth celebra uno de sus cuatro goles a la Real Sociedad en el Metropolitano, en la Liga 24-25. La llave que une a Sorloth con otro gran delantero que jugó en el Atlético.
PEPE ANDRES | DiarioAS
Patricia Cazón
Patricia Cazón Trapote nació en Zotes del Páramo, León, en 1980. Licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca y Master de El País trabajó en El Diario de León y El País Semanal antes de llegar a AS en 2004. Cronista del Atlético desde 2016, es autora de cuatro libros y tertuliana en El Golazo de Gol y Estudio Estadio.
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Cuando el Atlético se proclamaba campeón de la Liga 13-14, Sorloth iniciaba su carrera como profesional en el Rosenborg de su Noruega natal. Un gigante que once años después se convertía en historia de la Liga al marcar el hat-trick más rápido en el siglo XXI de la historia de esta competición y su tercero más rápido con tres goles antes del 11′ de partido en tan solo tres minutos y 57 segundos. Tres goles que después terminarían siendo cuatro y que suben su cuenta general de la temporada a 22 goles, es decir, uno más de los que lograron Morata y Luis Suárez en su primera temporada como rojiblancos (ambos con 21).

Porque los números de Sorloth no solo son gigantes cuando se sostiene una cinta de metro ante su altura (1,95 metros), también sus ratios: es el mejor suplente de Europa esta temporada (17, nueve de ellos en Liga) y el que mejor ratio tiene, con uno cada 82 minutos. Lewandowski marca cada 96. Sancet, cada 97. Stuani, ya supera los 100 (102). Lo curioso es que hay un camino común entre Luis Suárez y el noruego. La puerta a entrada a Europa del charrúa fue el Groningen de Países Bajos, donde marcó 10 goles en 27 partidos, algo que le sirvió como galón para fichar por el Ajax y el resto es historia.

El camino del noruego es más largo, aunque su final es el mismo que la última parada del uruguayo en el fútbol de élite, la rojiblanca. A pesar de no marcar muchos goles en los dos años que pasó en el Groningen (apenas seis, dos y cuatro) le sirvió para fichar por el Midtjylland danés y después a la Premier (Crystal Palace), el Gante belga, el Trabzonspor turco (donde marcó 33 goles en 49 partidos) y el Leipzig alemán antes de arribar a la Liga española por la puerta de la Real Sociedad.

Su padre y el secreto del patinaje

Hijo de Goran Sorloth, histórico goleador noruego de los ochenta, principios de los noventa, que logró 74 goles en 174 partidos con el Rosenborg, con el que ganó cinco Ligas, fue internacional (55 partidos, 15 goles): con su selección participó en el Mundial de 1994, donde jugó uno partido, su último con Noruega. Uno de sus secretos está en el deporte que practicó en el pasado: el hockey sobre hielo, donde también se proclamó campeón, por cierto, algo que le proporcionó mucha movilidad. Lo contaba el propio futbolista en una entrevista con Relevo en abril de 2024.

La curiosidad que une al Sicario del Cholo con otro gran 9 del Atleti
Goran Sorloth, el padre de Alexander Sorloth.

“Creo que esa coordinación con la que crecí haciendo patinaje me ha ayudado a que yo, un jugador de 1,95 de altura, tenga movimientos con el balón que rara vez se ve a jugadores tan altos”, precisaba. “También la explosividad la potencié desde bien pequeño en el patinaje sobre hielo porque es un deporte de ser tremendamente explosivo cuando te toca serlo. En el balonmano creo que interioricé lo que es tener buena visibilidad para tomar decisiones rápido mentalmente”, añadía.

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Una entrevista, en la que también por cierto hablaba de su impaciencia, la razón por la hay tanto clubes ya en su currículum de fútbol. “Mi potencial es alto, mis cualidades son altas, si no tengo la oportunidad de jugar me quiero ir. Si miras mi carrera, en los clubes que he jugado siempre he marcado o actuado bien. Es un hecho. Por eso mi impaciencia me quema, si no juego voy a cambiar”. Aunque en el Atleti ha aceptado, y encumbrado, ese papel de suplente (aunque la temporada que viene merece un papel más titular), bajo un apodo meridiano que Simeone le puso en su primer reunión. Lo contó el jugador también, en una entrevista en el parón de septiembre en la televisión de su país TV2. “Me llama Sicario. Simplemente. Después de los goles del año pasado, quiere que sea un Sicario durante toda la temporada, que me limite a meter el balón en la red; así que intentaré hacer honor a ese apodo”. Y absolutamente lo ha cumplido.

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