El fútbol ruso sigue en el limbo y sin Mundial
Desde que Vladímir Putin ordenó la invasión de Ucrania todos los estamentos del deporte utilizaron represalias contra los deportistas y las selecciones rusas.
Rusia no estará este viernes 13 de diciembre en el sorteo de la clasificación de Europa al Mundial de 2026. El veto a la selección sigue vigente por el conflicto bélico que inició Putin contra Ucrania en febrero de 2022. La FIFA es tajante.
El organismo que preside Infantino y la UEFA, liderada por Ceferin, fueron firmes con Rusia desde que el COI recomendara apartar a los clubes y selecciones rusas. Rusia sigue castigada y los equipos sin participar en competiciones europeas.
Será el gran tercer campeonato que se pierde Rusia desde que se agravase el conflicto entre Rusia y Ucrania. Ya fue apartada de la repesca europea al Mundial de Qatar 2022 a las pocas semanas de intensificarse la ofensiva bélica entre ambos países. A la FIFA no le tembló el pulso y dejó sin opciones de Mundial a Rusia. Ahora la situación es igual. Incluso ha habido resignación por parte de Rusia. No podrá optar a estar presente en la Copa del Mundo de 2026 en EE UU, México y Canadá. Pasarán por lo menos dos Mundiales y la Euro 2024 sin presencia de la selección rusa. Sus clubes siguen vetados también en Europa.
¿Qué ha hecho Rusia mientras? Durante un tiempo intensificaron la presión sobre la UEFA y la FIFA con la amenaza de cambiarse de federación (irse a la AFC, Asia). Crearon un grupo de trabajo que estudió los riesgos. El Mundial 2026 era el objetivo.
Sin embargo, hace casi un año, la UFR (Unión del Fútbol de Rusia) rechazó, por unanimidad de sus , abandonar la UEFA y pasarse a Asia. “Rusia es Europa. Vamos a luchar. Venceremos”, fue su proclama. El Mundial se esfumó.
Los jugadores rusos han sido víctimas colaterales del cordón sanitario al país presidido por Putin. Muchos futbolistas, con carreras prometedoras, han visto truncado su futuro en Europa por jugar en clubes rusos.
Tres futbolistas han conseguido zafarse de esa situación. Fedor Chalov, una de las joyas rusas, que puso fichar este verano por el PAOK de Salónica desde el CSKA de Moscú. El portero del PSG, Matvey Safonov. Y Zakharyan, de la Real Sociedad.
La selección rusa está entrenada desde después de la Euro 2021por la leyenda del fútbol Valery Karpin. El exfutbolista de Real Sociedad, Valencia o Celta cogió las riendas del equipo nacional con la esperanza de conducirla al Mundial de Qatar…
Karpin, antes del veto, había dirigido a Rusia en siete partidos, perdiendo sólo ante Croacia. Su dinámica era ascendente y tenía en el horizonte los playoffs ante Polonia, pero Ucrania fue invadida por Rusia y la FIFA prohibió su participación. Pese a estar en el ostracismo, la selección ha disputado amistosos ante otros países afines o ‘amigos’ en todos los parones internacionales. En esos 24 meses se ha enfrentado a 13 rivales y no conoce la derrota. Ha jugado amistosos ante Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, Irán, Irak, Camerún, Kenia, Cuba, Serbia, Bielorrusia, Vietnam, Brunéi o Siria.
Los resultados son de sobra conocidos. Y agrava lo sola que está Rusia en el ámbito futbolístico. Resultados como el 11-0 a Brunéi o el 8-0 a Cuba no ayudan. El futuro del fútbol ruso no parece alentador. Está dañado de gravedad y sin signos de mejoría.
El conflicto, hasta que no se resuelva políticamente, es difícil que tenga una solución en lo deportivo. Rusia está en un callejón sin salida seis años después de albergar el Mundial 2018, brillar al alcanzar los cuartos y ser el epicentro del fútbol.
No hay solución. La UEFA dejó a Rusia sin opciones de ser sede de las Euros 2028 y 2032 a la que se había postulado. Ver grandes eventos deportivos en Rusia, como la final de la Champions 2008 en Luzhniki, es casi imposible en las próximas décadas.
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