Copa Francia | PSG 3 - Reims 0
Devorador PSG
Los parisinos arrollan al Reims en la final de la Copa de Francia, consiguen el doblete y ahora buscarán la gloria contra el Inter en Múnich.

El PSG ha convertido el fútbol francés en una dinastía sin parangón, en una soberanía absoluta en la que los súbditos, el resto de los equipos, solo pueden conformarse con, esporádicamente, en un año milagroso, competirle alguno de los tres títulos nacionales que hay en juego. Los parisinos, a medio gas, en un partido de entrenamiento porque no hubo rival, porque la superioridad fue aplastante, vapulearon al Stade Reims en la final de la Copa de Francia, 3-0, logrando su tercer título de la temporada, el tercero nacional, y demostrando que llegan a la final de la Champions en un estado de forma inmejorable.
No hubo partido porque el PSG no quiso y porque el Reims tampoco. Inmerso en un playoff de descenso capital para la supervivencia del club, el combinado remoise tiró por la borda la final, la posibilidad de ganar un título tras 63 años de sequía, y sucumbió contra un gigante que no hizo prisioneros.
Porque este PSG, es menester reconocerlo, es un equipazo. Y Luis Enrique es el máximo exponente. Duró 15 minutos la final, el tiempo que quiso el campeón de la Ligue 1. Doué, un talento extraordinario, asistió a Barcola para que marcara a placer. Con el 1-0, el Reims izó la bandera blanca en señal de rendición.
Barcola, otra vez a pase de Doué, firmó el segundo. Y la final, una final, con lo que ello concita, se transformó en un entrenamiento para el PSG, que, aun pisando el freno de mano, calculando esfuerzos para la final de la Champions, tuvo tiempo para marcar el tercero antes del descanso, rubricado por Achraf, posiblemente uno de los jugadores que mejor encarne la voracidad ofensiva de este batallón de infantería.
Diawara realizó tres cambios al descanso para intentar aparentar que la final le importaba. El Reims fue un juguete roto, el PSG un carnívoro necesitado de presas constantes. Luis Enrique comenzó a rotar, quitando a muchos titulares, entre ellos Pacho, Vitinha, Doué o Nuno Mendes, preparándolos para la gran final de la próxima semana en Múnich y tocando el balón mediante rondos ante la pasividad, incluso desmesurada, de un Reims que ya no tenía más que esperar el pitido final. El PSG, como era de esperar, refrendando el dominio sin parangón que lleva ejerciendo durante los últimos 14 años, desde la llegada de Qatar, se proclamó campeón de la Copa de Francia por decimosexta vez y roza, ahora sí, un Triplete histórico e inédito en Francia.
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