El maestro Miyagi de Güler

La impaciencia y algo de egoísmo son la divisa de los jóvenes. Le ha pasado a Arda Güler en el Madrid, como les pasó a tantos otros antes. El estrellato prematuro, como a Dinio la noche, les confunde y pasan por alto la sabiduría de espíritu de maestros como Del Bosque, Zidane y el actual técnico del Madrid. Porque más sabe Ancelotti por Carletto que por Ancelotti. Esa parte abuelesca del italiano le hace llevar su cargo con empatía y sin el ego de algunos de sus colegas, que de tan especiales solo saben conjugar el yo, mí, me, conmigo.

El italiano que le interesa aprender a Güler es más el de Ancelotti que el de Montella, su seleccionador en Turquía, preso de la euforia que genera el diamante otomano en su pasional país. Carlo es el señor Miyagi idóneo para Arda-san. Como ocurría en Karate Kid, aprender la virtud de la paciencia, de no acelerar el tiempo y de no pensar que lo sabes todo. Mientras Ancelotti quería enseñar a Güler a atrapar moscas con los palillos, el turco prefería dispararles.

Pero parece que el 15 madridista está pillando el concepto. Que, en el Madrid, el que resiste gana y que, a veces, para prosperar tienes que hacerlo reconvirtiéndote a otras posiciones y no escurriendo el bulto en defensa. Ancelotti le mostró el ejemplo perfecto con otro alumno suyo, Di María. Arda está aún a tiempo de aplicarlo en el dojo del Bernabéu...

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí