Champions | Ricken

“Aquí no hay jeques, nuestro dinero lo ganamos nosotros”

Lars Ricken, autor de uno de los goles más recordados de la historia del Dortmund, que le empujó a levantar su única Champions, habla para AS del partido del Barça

Dortmund's CEO for Sport Lars Ricken is seen prior to the German first division Bundesliga football match between Borussia Dortmund and Bayer 04 Leverkusen in Dortmund, western , on January 10, 2025. (Photo by INA FASSBENDER / AFP) / DFL REGULATIONS PROHIBIT ANY USE OF PHOTOGRAPHS AS IMAGE SEQUENCES AND/OR QUASI-VIDEO
INA FASSBENDER
José Carlos Menzel
Nacido en Múnich en 1989, pero de familia e idiosincrasia sevillana. Comenzó en AS en 2013. Cubre toda la información sobre la Bundesliga, la Mannschaft y los equipos alemanes en competiciones europeas. En la República Federal es redactor de TZ, para el que suele centrarse en las noticias del Bayern, para el que jugó en las categorías inferiores.
Dortmund (Alemania) Actualizado a

Lars Ricken (Dortmund, 10 de julio de 1976) es una leyenda viva del Borussia Dortmund. Un tanto suyo en la final del 97 en Múnich contra la Juve fue clave para que el BVB levantara la única orejona de su historia y, ahora, se convierte en sucesor de Watzke como máximo dirigente del cuadro negriamarillo. Ricken atiende a AS en la previa de la eliminatoria contra el Barça para dejar claro que el destino final de esta temporada no vuelve a ser otro que la capital bávara.

Una final en Múnich, como la de este año, le traerá buenos recuerdos.

Naturalmente, sí.

¿Cómo fue ese 3-1 suyo contra la Juve que significó la primera y única orejona del Borussia?

De no haber visto las imágenes tantas veces, creo que ni me acordaría del gol en sí. Fue marcar y volvernos todos locos. Es curioso que dos de los mayores éxitos de mi carrera tuvieran lugar en Múnich: el título de Bundesliga del 1996 tras empatar con el 1860 a domicilio y la Champions. Y eso que jamás fui capaz de ganarle al Bayern en Múnich con el BVB.

El Barça tampoco se le dio muy bien que digamos.

Cierto, solo me enfrenté a ellos en los dos partidos por la Supercopa de Europa del 98 y la perdimos. Otra vez que me las volví a ver con Iván de la Peña en el centro del campo, no sé cuántas veces había sido mi rival ya en la selección. Creo que en la ida tocó la pelota 120 veces y yo, 10. Era buenísimo. Figo fue capitán y Van Gaal estaba en el banquillo. Perdimos la ida 2-0 y empatamos 1-1 en la vuelta. Pocas veces me he sentido tan inferior como en esos dos partidos.

“Bellingham nos sorprendió a todos; nos dejó un gran vacío”

Lars Ricken

De estar a un paso de ganar la Champions la temporada pasada a verse décimo en Bundesliga ahora. ¿Qué le ha pasado al Dortmund?

Pues que varias cosas han salido francamente mal, sobre todo teniendo en cuenta que disponemos del segundo presupuesto más alto de Alemania. Desde aquella final tuvimos tres entrenadores y vamos octavos, es algo que no podemos aceptar como tal. Es cierto que nosotros y la mayoría de expertos en Alemania fuimos de la opinión de que habíamos reforzado nuestra plantilla hasta tal punto de volver a pelear por títulos pero, visto lo visto, anduvimos faltos de gen competitivo en todas las facetas. Hubo luces y sombras, pero los números no mienten: solo hemos encadenado dos victorias ligueras consecutivas en dos ocasiones a lo largo de toda la temporada. Tenemos que hacer autocrítica y, de ser necesario, tomar decisiones incómodas también. Eso sí, cuando termine la temporada. Antes, hemos de ser conscientes de que cada punto que sumemos puede ayudarnos de forma considerable a nivel deportivo en nuestro camino hacia la competición europea y depararnos muchos millones de euros al final.

A falta de seis jornadas para el final, el BVB se sitúa a cinco puntos de los puestos que dan a la Champions. ¿Existe necesidad económica de jugarla?

No jugarla sería un palo económico y reputacional, sin duda. Aunque no creo que haya demasiados clubes que lleven 9 años consecutivos jugándola como nosotros. Tampoco se nos escapa que el nuevo Mundial de Clubes es una competición muy exigente y supone una fuente de ingresos extra que nos podría ayudar a compensar pérdidas en caso de no clasificarnos. Aunque también está claro que no nos lo tomaremos como unos amistosos de verano. Es un reto deportivo y queremos colocar al BVB lo más alto posible en esta nueva competición.

¿También habrá que hacer alguna que otra venta?

No es un secreto que las ventas siempre formaron parte de nuestra modelo de negocio. Dortmund es una ciudad de 600.000 habitantes y tampoco disponemos de jeques o fondos estatales que nos saquen las castañas del fuego. Nuestro dinero lo ganamos nosotros. Para codearte con los grandes año tras año, algo que hacemos siendo séptimos del ranking europeo, en nuestro caso es indispensable cerrar un traspaso rentable de vez en cuando. Tal y como ocurrió con Haaland, Dembélé, Sancho o Aubameyang. Venderlos, claro, no regalarlos. Eso no ocurrirá jamás. ¡Estamos sanísimos como club! Aki Watzke ha estado haciendo un trabajazo desde hace 20 años.

Las primas por objetivo fijadas en el contrato de Dembélé tuvieron que alegrarle a más de uno el día en los despachos del Borussia.

Sinceramente, no. Estuvimos encantados de ver entrar el dinero, claro, pero el Barça también se lo gastó en un futbolista por el que la gente va al campo. Por muchos euros que genere, siempre cuesta deshacerse de un jugador especial. Imagínese el equipo que tendríamos si no se hubiesen ido todos los que se fueron.

Pero dolió más la marcha de Bellingham, ¿no? Aunque, de ser correctas las cifras que circulan, se fuera por menos que Dembélé.

Cuando hablamos de este tipo de cifras, no creo que importe demasiado que uno genere algún euro más que el otro. Lo que sí puedo decir es que Jude, un futbolista por el que apostamos fuerte a pesar de jugar en la segunda división inglesa, nos sorprendió a todos. Tanto a nivel deportivo como humano. Dejó un vacío grande aquí. Y siempre se identificó al cien por cien con el BVB.

¿Teme que el Leverkusen de Xabi Alonso reemplace al Dortmund como principal rival del Bayern en la Bundesliga?

Tiene mucho mérito lo que están haciendo, pero no solo en Leverkusen, sino también en ciudades como Frankfurt o Leipzig, donde se han juntado la ambición con recursos económicos y el saber hacer a nivel deportivo. Pero que no se nos olvide que el Dortmund, a base de su trayectoria en Champions a lo largo de los últimos cuatro años, es uno de tan solo dos equipos alemanes que disputará el nuevo Mundial de Clubes. El Borussia, muy a pesar de este año por debajo de las expectativas, es y seguirá siendo sinónimo de éxito a largo plazo.

“Aquí no hay jeques, nuestro dinero lo ganamos nosotros”
Lars Ricken celebra el gol que le dio la Champions al Dortmund.INA FASSBENDER

Hereda el cargo de Hans-Joachim Watzke, director general del club desde hace 20 años. ¿Cómo le recordará la afición negriamarilla y cómo quiere que se le recuerde a Usted?

Ha dejado una huella imborrable en este club y, además, es y seguirá siendo uno de los dirigentes más influyentes a nivel europeo. Hace apenas unos días fue elegido vicepresidente de la UEFA. Aki y toda la directiva me hicieron muy fácil adentrarme en esta tarea desde el primer momento. Mucho más allá de todos los títulos que ganamos bajo su mandato, lo que más caracterizó a Aki fueron su templanza y su sabiduría a la hora de tomar decisiones en momentos difíciles como fueron la casi insolvencia, el atentado al autobús o una Pandemia en la que ningún empleado tuvo que prescindir de un solo euro, nadie fue despedido y no solicitamos ayudas estatales. Aki siempre puso al BVB por encima de sus propios intereses. Yo, por mi parte, creo que ya he demostrado que no me tiembla el pulso cuando toca arremangarse por el bien de este club. En estos pocos meses, he prescindido de un total de 10 empleados y lo que puedo asegurarle es que mi único objetivo en este momento no es otro que sentar las bases para que este barco vuelva a salir a flote. Con rumbo rápido y exitoso.

¿Con Kovac en el banquillo?

Dotar a Niko de un contrato hasta 2026 fue una decisión consciente. No quisimos dar la impresión de que se trataba de una especie de bombero y tenemos constancia de que el equipo, dentro de lo que se puede medir con datos, ha mejorado con él. Volvemos a generar muchas más ocasiones, ganamos actualmente el mayor número de duelos defensivos en Alemania y encajamos menos goles. Nos falta ser más eficaces de cara a puerta, pero volveremos a serlo si seguimos por este camino.

El Borussia siempre apostó por el talento joven. Esta temporada está fuera del Top 20 de equipos que más minutos le conceden a jugadores sub-21. ¿Por qué?

Cierto. Nuestra media de edad durante la temporada pasada fue de 27,3 años, nuestra más alta en lo que va de milenio. Volver a rebajarla nos llevará algo de tiempo, pero tiene que ser el objetivo. Eso sí, desde mi punto de vista, lo que más fuerte nos hizo siempre fue juntar el talento y el hambre con jugadores experimentados tipo Gündogan, Lewandowski o Hummels. Un chaval siempre madura antes cuando un mayor lo coge de la mano.

El Barça también optó por Lamine y compañía en un momento delicado y ahora recoge los frutos.

Como exdirector de la cantera del BVB le puedo asegurar que el Barcelona siempre ha sido un espejo en el que mirarse en ese sentido. Estamos hablando de una de las mejores, si no de la mejor fábrica del mundo. No paran de salir joyas que, después, son integradas y pulidas de forma óptima en el primer equipo. Si tenemos en cuenta que ser un talento es sinónimo de cometer algún que otro error en un partido al máximo nivel, estos chavales deberían tener treinta y tantos años en realidad. Pero formarlos solo es una parte del trabajo, también necesitas de un entrenador como Hansi Flick que apueste por ellos y de veteranos como Lewy que los flanqueen. Es un engranaje digno de iración. Pero también uno al que nos enfrentaremos con confianza como rival.

“Con 14 años ya había un informe nuestro de que Lamine podía dar el salto”

Lars Ricken

Usted tenía 20 añitos cuando marcó aquel gol en la final de la Champions contra la Juve, Lamine 17. ¿Un consejo?

¿Sabe por qué no me sorprende en absoluto que sea tan bueno?

Cuénteme.

Hace poco me encontré con un informe de nuestro departamento de scouting, Lamine tendría unos 14 años y todos coincidieron en que no tardaría demasiado en dar el salto al fútbol profesional. De vez en cuando salen estrellas como él, Bellingham o Sancho. La clave para su irrupción, además de unas bases sólidas en su equipo, es un entorno social que les ayude a mantener los pies en el suelo cuando tiendan a despegar. Un entorno que, a la vez, les levante cuando las cosas se pongan difíciles en algún momento. Y es importante por supuesto mantener ese hambre intrínseca, de la misma forma que lo viven referencias mundiales como Lewandowski temporada tras temporada y a pesar de todos los títulos que ya ha ganado.

¿Le sorprende el polaco a sus 36 años?

En absoluto. Aquí le conocemos muy bien y sabemos que es de los futbolistas más profesionales que ha dado este deporte. Lo fichamos cuando Lucas Barrios era nuestro nueve titular y supo esperar hasta que, algún día, llegó su oportunidad. Sin quejarse, siempre a base de trabajo. Que siga siendo el referente en la delantera del Barcelona a su edad también es fruto de cuidar todas las facetas que componen el deporte de élite, empezando por el físico, pasando por la alimentación y terminando por el sueño. En ese aspecto, Lewy y Cristiano son el ejemplo que todo canterano debería seguir.

¿Llegó a coincidir con Flick en algún momento de su carrera?

Le conocí cuando era director deportivo de la selección alemana, de ahí que no me sorprendiera el éxito que tuvo en el Bayern y lo bien que lo está haciendo ahora en el Barça. Además de ser un experto mayúsculo en términos futbolísticos, Hansi siempre se mostró muy cercano e interesado en los jugadores. Es una persona agradable que te hace fácil confiar en él. Todo lo que está haciendo en Barcelona es la prueba de que su sextete con el Bayern no fue casualidad.

Además de Flick y su Barcelona (2-3), también se midió al Real Madrid (5-2) en la fase de liga de la Champions. ¿Con qué equipo se queda?

Complicado, me quedó con esa resiliencia típica del Madrid que le permitió levantarse después de verse 0-2 por detrás y, en cuanto al Barça, con esa sangre fría con la que se presentó en nuestro campo para terminar llevándose la victoria. Independientemente de ese partido, creo que el Barça también sentirá respeto hacia nosotros en una eliminatoria a dos partidos. Habrán visto la final contra el Real Madrid, en la que un triunfo nuestro no hubiese sido inmerecido. Sabrán que eliminamos a Atlético y PSG la temporada pasada. Y que estuvimos a punto de ganarles en la fase de liga. Está claro que no necesitamos una noche mágica en la vuelta ante nuestra gente, sino dos. ¿Pero por qué no hacerlas realidad como tantas otras veces?

¿Y después doble parada en Múnich para semis y final?

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(Risas) No me opondría. Es más, lo firmaría sin dudarlo. Pero para ello, el Bayern también tiene que eliminar al Inter primero.

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