Areitio se pone a tono
Con el inicio de la pretemporada del primer equipo, la nueva ciudad deportiva echará a rodar en julio. Contará con un campo híbrido para emular las condiciones de Ipurua.
Los armeros ya comienzan a ver los primeros brotes verdes de su nueva guarida. En algo menos de dos meses, la pelota empezará a rodar en Areitio y con ello, se dará el pistoletazo de salida al nuevo centro de entrenamiento del conjunto guipuzcoano. Por mucho que la inauguración oficial se produzca una vez que el complejo se encuentre a pleno rendimiento. Los pupilos de San José serán los primeros en prodigarse por las instalaciones, mientras que el equipo femenino, en segundo lugar, y la cantera, en última instancia, completarán la escalera. La base situada en el municipio bizkaitarra supondrá un antes y un después dentro de la institución, pues se presenta como la obra prima de la actual junta directiva.
Hace tres semanas, los dos campos reservados al primer equipo comenzaron con las respectivas labores de sembrado y a día de hoy su progreso es palpable. El césped natural ya cubre los dos rectángulos de juego, por lo que apuntan a albergar la primera sesión del curso 25-26. Tal y como ha anunciado el propio club, “el crecimiento del verde avanza a muy buen ritmo, cumpliendo con los plazos y condiciones técnicas establecidas por los responsables del proyecto”. Los tres campos restantes, todos de hierba artificial, harán lo propio en el mes de junio. Aunque todavía no hay fecha para conocer cuándo serán estrenados. Así como tampoco estará operativo, por el momento, el edificio destinado al primer equipo, cuyos cimientos avanzan a buen ritmo.
Uno de los primeros terrenos de juego en estrenarse, estará formado por un sistema híbrido que favorecerá su uso y conservación a lo largo del invierno. En el mismo mes de junio, se procederá al respectivo cosido para que el campo 4 cuente con la misma hibridación que hoy en día existe en Ipurua. Con lo que los jugadores podrán adaptarse mejor a cada partido al simular las condiciones de su propio campo, como del resto de estadios de la categoría. Esta intervención busca dotar al verde de una “mayor resistencia y consistencia”, con el objetivo de “garantizar su buen estado” durante los meses de una climatología adversa y ofrecer un “rendimiento óptimo” durante toda la temporada. A su vez, el cosido híbrido aportará una durabilidad superior y una superficie de juego más estable, alineándose con los estándares de los principales campos profesionales.
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