Algo se ha roto en el Sevilla

Algo se ha roto en el Sevilla entre Xavi García Pimienta y la Planta Noble. El técnico, que ha mantenido siempre un perfil muy discreto a pesar de los evidentes fallos de planificación, no pudo más y nada más concluir el mercado de invierno alzó la voz para expresar su decepción por la no llegada, sobre todo, de un lateral izquierdo. Lo había pedido insistentemente, pero la falta de dinero ha dejado coja una posición en la que el equipo está sufriendo claramente: la mayoría de los goles siguen llegando por ese perfil.

Tampoco se ha fichado a un mediocentro creativo, algo que ya venía echando de menos García Pimienta desde el verano. Así que el entrenador, aunque luego matizaría sus palabras, explotó. Y en un club donde andan más pendientes últimamente del qué dirán que de los hechos, las quejas no han sentado nada bien. De momento, a pesar de la goleada ante el Barcelona, el Sevilla se mantiene en la tabla más o menos aliviado, pero acudirá a Valladolid, ante un rival directo, con apenas 17 jugadores del primer equipo (como mucho) y muy mermado en la columna vertebral, con Marcao y Kike Salas como únicos centrales puros, un déficit de centrocampistas y apenas Isaac Romero como delantero.

El presidente José María del Nido Carrasco y el director deportivo Víctor Orta ya no están tan encantados con su técnico. Gaby Ruiz, mano derecha de Orta, desdijo de alguna forma a Pimienta en la previa del duelo del domingo al asegurar que están “contentos” con los recursos y que hay “que usarlos bien”. Si no era un dardo, se parecía. Pero las quejas de Pimienta resultan más que elementales. Las había expresado durante muchos meses de puertas para adentro y lo hizo también, ante la falta de respuesta, cuando fue preguntado en sala de Prensa. Algo muy normal en el mundo del fútbol.

El Sevilla afronta ahora un tramo fundamental de LaLiga para saber si le espera un final de campaña tranquilo o incluso ilusionante (Europa sigue relativamente a tiro) o volverá a las andadas del sufrimiento por no descender a Segunda. Si se mete en zona peligrosa no habría que descartar un volantazo en el banquillo. Es algo connatural al fútbol. Tampoco, si la relación no se estabiliza, se excluye que eso pueda ocurrir una vez concluida la campaña.

Sorprendentemente, el club amplió el contrato de García Pimienta por una campaña más de lo inicialmente pactado, hasta junio de 2027. Pero la realidad no es tan así. De hecho, esa última temporada que comienza en 2026 puede ser anulada por cualquiera de las dos partes sin coste alguno. Y además, el sueldo del técnico, comparado con los últimos que han pasado por Nervión, es nimio. Nada que ver con los alrededor de 20 millones de euros que supusieron los finiquitos de Lopetegui, Sampaoli, Diego Alonso y Mendilibar, especialmente costosos los dos primeros.

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