Evenepoel se estrena en 2025 con triunfo en Brabanzona ante Van Aert

No resucitó el domingo. En realidad, siempre estuvo muy vivo. Y Remco Evenepoel se encargó de demostrarlo a lo grande en la Flecha Brabanzona, escenario de su regreso a la competición en 2025 donde consiguió su primer triunfo de la temporada. Llegar y besar el santo. El belga alzó los brazos a lo grande, 208 días después de su último éxito en el Mundial de contrarreloj, con una exhibición de poderío y resistencia a partes iguales que remató en un mano a mano espectacular con su compatriota Wout van Aert.

Remco se hizo con la 60ª victoria de su palmarés tras superar al del Visma en uno de sus terrenos predilectos, un esprint puro en el que fue capaz de mantener el esfuerzo durante más tiempo. “Sabía que en los últimos días estaba bastante bien, esto es increíble. Competir así contra Wout van Aert, que cada vez está mejor, y en un circuito que no me sienta del todo bien, no lo puedo creer… Me siento muy bien, muy feliz. Tenía confianza, aunque Wout, por supuesto, ha ganado esprints masivos. No estaba seguro, pero hay que intentarlo. Me sorprendí a mí mismo”, declaró un exultante Remco tras dejar con la miel en los labios a un Van Aert que tras los éxitos de Pogacar, Vingegaard, Van der Poel, Roglic y el propio Remco es el único miembro del ‘Big-6′ que no conoce la victoria en 2025.

“He tenido días malos en los entrenamientos, pero en Sierra Nevada mi confianza creció. Quiero dedicar esta victoria al mejor amigo de mis padres, quien falleció. Normalmente, viene a las carreras, pero hoy su familia estuvo aquí por primera vez sin él. Esto es para Pascal. Esto me da confianza. Esta carrera está ganando cada vez más popularidad y es buena para la semana que viene. Así podré salvar un poco nuestras clásicas”, explicó el belga, emotiva dedicatoria incluida, sobre lo reforzado que llegará a sus siguientes carreras. Pogacar ya sabe lo que le espera a partir del próximo domingo en la Amstel Gold Race, primera parada del ‘Tríptico de las Ardenas’: la mejor versión de Evenepoel.

La semiclásica belga, una minifusión entre el Tour de Flandes y Lieja, sería el punto de partida de Evenepoel en esta temporada. Una Flecha Brabanzona que conocía, tras debutar en 2022 con un digno 6º, y en la que se esperaba que estuviera a buen nivel. Eso sí, ni él mismo en sus mejores previsiones habría apostado por mostrarse tan competitivo. El recorrido le iba perfecto, con 21 colinas a lo largo de 162 km que harían mella en el grupo principal a cada paso por meta, especialmente en el encadenado de S-Bocht Overijse, Hertstraat y Moskesstraat. Iuri Leitao y Antonio Jesús Soto, que representaron en fuga a Caja Rural y Kern Pharma en el sexteto de fuga, resistieron en cabeza superado el ecuador de la carrera, pero a partir de ahí llegó la hora de los favoritos. Otra liga

A 50 km de meta, el Moskesstraat fue el punto de inflexión. Benoot preparó el terreno, marcó el ritmo, y Van Aert lanzó su primer estacazo. Después de un pequeño corte que no tardó en cerrar Evenepoel, con hombres como Pidcock y Powless a rueda, la primera selección de la carrera estaba hecha. Dos kilómetros después, Remco demostró que se había quedado con ganas de más: aceleración a la que respondió Van Aert con un contraataque y destrozo en el grupo de favoritos. Sólo un valeroso Joseph Blackmore, que le ganó el Tour del Porvenir a Pablo Torres el año pasado, pudo seguirles.

Van Aert tensó la cuerda nuevamente en Moskesstraat, y aunque obligó a Evenepoel a apretar los dientes, el trío de cabeza se mantuvo intacto. Eso sí, en el último paso por Hertstraat, el del Soudal ‘dijo basta’. Su implacable ritmo ahogó a Blackmore y dejó la resolución en un mano a mano con Van Aert. Antes de llegar al repecho final, el del Visma no quiso colaborar con Remco en los relevos, un claro síntoma de que iba con lo justo. En el esprint entre ambos quedó patente, con un Evenepoel desatado, en pleno ‘territorio Van Aert’, para hacerse con un triunfo inolvidable. El portugués Antonio Morgado, en el esprint de grupo, dejó sin podio a Alex Aranburu (4º) y Edu Prades (5º).

No había mejor modo de dejar atrás, de enterrar en el pasado para siempre el accidente sufrido el pasado invierno, cuando chocó con una furgoneta de correos que le hizo “replantearse su futuro” en el ciclismo profesional y que le alejó de la competición durante seis meses (desde el Giro de Lombardía 2024). Su punto de mira enfoca a las Ardenas, comenzando este domingo por una Amstel en la que nunca ha corrido. Pogacar sabe quién será su principal amenaza. Ya no hay dudas.

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