Basso pide perdón por su dopaje 20 años después: “Me avergüenzo y me arrepiento”
En una entrevista a Corriere della Sera, el ciclista italiano confesó su pasado con el dopaje tras encontrase una bolsa con su sangre en la Operación Puerto.


El exciclista Ivan Basso, doble campeón del Giro de Italia en 2006 y 2010, ha concedido una entrevista al medio italiano Corriere della Sera en la que repasó su carrera en el ciclismo y en la que no dudó en hablar de uno de sus episodios más polémicos: su vinculación con el dopaje después de que su nombre apareciese en la Operación Puerto.
Basso resume así cómo era la trama en la que se encontró su bolsa de sangre y cómo le pillaron. “Me puse en o con un médico español especializado en transfusiones. Estaba prohibido. En Madrid me sacaron dos bolsas de sangre que luego me inyectarían antes del Tour para tener glóbulos rojos más frescos e ir más rápido. Pero una operación de la policía española encontró las bolas congeladas mías y de otros ciclistas y al cotejarlas con el ADN en las bases de datos de la federación me cazaron”.
El italiano reconoce que entonces le podía el ansia de ganar todas las carreras posibles y, casi 20 años después de lo sucedido, pidió perdón públicamente por lo que hizo. “Me dopé porque tenía el deseo desenfrenado e incontrolable de ganarlo todo. Creía que con ese método podía hacer realidad ese sueño. Crecí pensando que nada podía detenerme y sabía por lo que estaba pasando, pero no quería darme cuenta. No tomé sustancias prohibidas, pero sé lo que hice, lo reconozco y me avergüenzo, per hay motivaciones muy profundas en lo que hice. No fui educado en la ética de la victoria y la derrota, directamente no tenía ética. Me pudo el deseo de ganar antes que las reglas y también que mi familia. Por eso la ética es lo primero que busco en mis corredores”.
Basso también menciona el papel del juez Ettore Torri, el encargado de declararle culpable por un delito de dopaje en 2007 y cómo la figura de Torri supuso para él un punto de inflexión. “Me escapé por una puerta de emergencia y ahí empezó mi caída. Volví a correr a final del verano hasta que en 2007 me vi en el juicio con Ettore Torri. Al principio lo negué todo, pero él encontró las palabras adecuadas y me agotó. ití mi culpa y acepté un largo periodo de sanción. Torri era duro pero humano y cuando firmé la confesión me dijo: ‘Basso, un día entenderás que no necesitas esta mierda’. Me lo dijo tres años después cuando gané mi segundo Giro de Italia. Estaba mi esposa, mis hijos, Aldo Sassi y también apareció Torri, que me dijo ‘¿Ves que tenía razón?’ Estar implicado en la Operación Puerto fue lo más importante de mi vida”.
Un Basso que, además de esta vinculación con el mundo del dopaje, también sufrió otro duro episodio personal cuando en 2015 le detectaron un cáncer de testículos. “En 2015 competí en el Tour de Francia como gregario de Alberto Contador y en la etapa de Pau sufrí una fuerte caída. En las radiografías detectaron que tenía un tumor testicular avanzado que necesitaba ser operado de inmediato. De no haber sido por ese accidente, a lo mejor me lo habrían descubierto demasiado tarde. Once años antes me dijeron que mi madre tenía un cáncer de páncreas terminal. Miré hacia atrás en mi vida y vi que se estaba cerrando un círculo”.
Un episodio del cáncer que también vivió otro de sus grandes rivales, el estadounidense Lance Armstrong, que tuvo un gran gesto con él. “Lance Armstrong es para mí un hombre que, después de haber sobrevivido a un tumor, mandó un médico a Italia pagado por él para intentar curar a mi madre. Otros pueden juzgarle por sus mentiras y el dopaje, pero para mí hizo algo enorme”.
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