Scariolo: “He tenido dos ofertas, pero he priorizado España”

Mientras se realiza esta entrevista, en León este sábado salió el sol, llovió, hubo niebla y el cielo estuvo raso. Sergio Scariolo, el seleccionador nacional de baloncesto, no tiene tantos cambios de humor y analiza para AS la realidad del baloncesto nacional.

Empecemos con algo general. ¿Cómo califica la salud del baloncesto español?

Bueno… (suspira). La definición del baloncesto español es muy amplia… ¿Se refiere a la situación del jugador español? Porque nosotros tratamos con jugadores españoles… seleccionables. Bueno, es una situación en la que ya no hay ningún referente de la mejor generación. En la que hay una clase media de personas serias y de jugadores de buen nivel…; y hay unas generaciones en las que tenemos que buscar a los referentes, o a los jugadores con físico, mentalidad y talento para ser top, que es lo que ahora mismo no tenemos. Eso, con la máxima objetividad y el máximo respeto para todos. Y que son los que, bien complementados por jugadores que pueden conformar equipos competitivos, te pueden hacer pasar de competir dignamente, que lo estamos haciendo, a volver a ganar. Pero eso es un proceso que necesitará sus plazos.

Lo más urgente, que era clasificarse para el Eurobasket, ya está. Y veremos qué pasa ahí. Pero viendo las renuncias de esta convocatoria, ¿le preocupa la clasificación para el Mundial de 2027 en Qatar?

Mire, sinceramente, mi visión tiene que ir más allá. Si yo me fijase, y orientásemos toda nuestra energía a los resultados del presente, estaríamos seguramente desviados de lo que debe ser realmente el trabajo. El trabajo debe ser mantener la mejor competitividad, pero tener claros los pasos a seguir para tenerla en el futuro. Y si por el camino se pierde alguna gran competición, pues se perderá. Todos los demás países han perdido muchas más competiciones durante su recambio, cuando han despedido a sus mejores generaciones. Le puedo nombrar países de altísima tradición igual que España. Para Eurobasket, para Mundiales, obviamente para Juegos Olímpicos. Y tampoco han cerrado los pabellones ni han dejado de jugar al baloncesto. Se hace todo lo posible para estar siempre. Pero si alguna vez pasara, habrá que pensar en dar mejor el paso que toque después. No podemos hacer una tragedia de algo que todos los países han tenido que pasar más veces. Nosotros, por suerte, no hemos faltado todavía nunca a una gran competición. Hasta la propia Serbia no se ha clasificado para unos Juegos. Le he dicho Serbia, le podría decir todos…

Usted fue pionero con aquella concentración de Benahavís para preparar las primeras Ventanas. Pero de aquello han pasado ocho años. ¿Las Ventanas son un experimento fallido? ¿Cuál es su visión por más que sea complicado hablar de ello desde el prisma de seleccionador, y no de entrenador de club?

Mire, yo siempre intento ser realista. Es decir, siempre he intentado adelantarme a la evolución de las cosas. Intentar que no me pille el toro; y en eso estoy ahora. Estoy intentando sembrar. Pero no para dar minutos a la gente, sino intentando hacer un trabajo por detrás para que haya gente comprometida, motivada y con ganas de estar en la Selección. Y con ganas de poder seguir compitiendo. Ese realismo pasa por reconocer que las Ventanas existen. Y una vez que existen, hay que intentar que hagan el menor daño posible. Desde la perspectiva de España, las Ventanas son una complicación y un problema, más que una oportunidad. Entiendo que hay muchos países en los que tener actividad durante el año, y que los aficionados las vean durante el año, es un valor importante. Entiendo que la FIBA tenga una visión que toque a África, Asia u Oceanía. Eso sí, el enfoque tiene que ser algo igual para todos. Sinceramente, no estoy convencido de que sea el enfoque correcto. Pero si es ese, tendremos que seguir tragándonos las Ventanas. La cuestión es, ¿la utilidad o el bien para Oceanía es el mismo que el de Europa o el de Asia? Creo que no. Pero el análisis es más profundo y pasaría por una visión más innovadora y que fuese más allá de que cada país es un voto. Estamos en esa fase, y entiendo que la visión de FIBA sea globalizada, homogénea. Sé que no tengo ninguna voz para quejarme de algo cuando más bien la tendré que usar para hacer lo mejor posible. Es algo que no puedo cambiar.

“Las Ventanas para España son un problema, más que una oportunidad”

Sergio Scariolo

Hablábamos del medio plazo, vayamos al corto. ¿Qué plan hay para el Eurobasket? ¿Qué visualiza?

Pues…, tenemos que reconocer que a veces nuestros planes han sido superados por los acontecimientos de los últimos meses de la temporada. Porque las lesiones, las renuncias, el draft… Le puedo contar lo que quiera. Le puedo contar que, obviamente, la idea es progresar en un planteamiento de futuro que, al mismo tiempo, no tire antes de tiempo las energías válidas que tenemos aún. Que queremos compatibilizar las dos exigencias: seguir aprovechando los jugadores que todavía tienen algo que decir a nivel internacional; y al mismo tiempo, dar otro paso adelante en la renovación de nuestra Selección. ¿Qué ocurre? Los jugadores deben esperar hasta el final de la temporada para solventar sus problemas de salud, los que llegan en condiciones personales, familiares o anímicas malas; y que prefieren tener un descanso. Los jugadores cuyos clubes, sobre todo, los de Estados Unidos, les exigen que no participen con su selección. Hay tantas situaciones que se pueden producir que puedo contar cosas muy bonitas, pero que me tengo que enfrentar con la realidad; y eso será casi siempre cuando se termine la competición.

¿Aldama está preparado para ser el jugador franquicia de la Selección?

Santi tiene una vocación que tal vez le haya salido ahora, porque no todo el mundo nace con una vocación de ser líder. Hay gente que la va adquiriendo conforme madura, o conforme se va dando cuenta de que tiene igual escondido dentro de su carácter esa cualidad; y la va descubriendo porque su estatus de jugador crece. Santi está en ese proceso, y tiene una vocación y compromiso claro de poderlo asumir. No es una cuestión de que necesitemos un jugador franquicia. Nuestra tradición ha sido tener muchos jugadores franquicia. Lo que necesitamos es que haya más gente que se sume al nivel de Santi. Hay épocas en las que hemos tenido diez jugadores NBA. Ahora tenemos uno. Necesitamos más jugadores que puedan entrar a ese primer nivel. Pero, ahora mismo, entendemos que sólo Santi está en el primer nivel. Y necesitamos que no sólo sea un jugador referencia a la hora de meter puntos. Lo hablé con él en noviembre en Estados Unidos. Ser un líder conlleva muchas cosas: compromiso, ejemplo, autoexigencia, sentido del equipo. Todas esas cosas juntas permiten que un jugador de talento superior puede convertirse en líder de un equipo que mire hacia arriba y se convierta en un equipo excelente que es nuestro sueño.

¿Le preocupa que termine contrato?

Sería mejor que estuviese a mitad de su contrato, pero a la vez, por lo que pueda conocer el mercado de los free-agent (agentes libres), no preveo que Santi pase de la mitad de julio para tener un contrato. Me sorprendería muchísimo; y sería antes del inicio de la concentración.

“Aldama está en proceso de ser líder de la Selección”

Sergio Scariolo

Me retumba aquella frase que me dijo en una entrevista en Berlín durante el Eurobasket de 2022: “Quiero que Willy sea una estrella”. ¿Qué ha pasado con Willy?

Bueno…, que no sé. Es difícil repartir causas, razones, responsabilidades. Pero ese sueño que tenía no se ha llevado a cabo. Creo que todavía tiene delante oportunidades, incluso esta misma temporada cuando su entrenador considere que las merece, por lo menos para demostrar que quiere ser la mejor versión de sí mismo en todas las facetas del juego. Y luego ya veremos a final de temporada. Entonces es cuando hay que hacer las valoraciones. Porque las temporadas transmiten un mensaje. No siempre, porque hubo momentos en los que Willy y Juancho no pisaban el campo en la NBA; y los llamábamos con la Selección y actuaban bastante bien. La correspondencia no siempre es paralela y automática, pero son indicaciones que hay que tener en cuenta.

A dos jóvenes como Hugo González y Saint-Supery los tiene más vigilados este año. Baba Miller y Aday Mara están en la NCAA. ¿Los está monitorizando, es pronto para que haya llegado su momento con la Selección?

Hay factores que entran en juego. Cada caso es distinto. Aday ha dado pasos adelante, ha mejorado y ha estado más presente en la segunda parte de la temporada. Da la sensación de que su trayectoria va lenta, pero se ha vuelto a poner en movimiento y hacia adelante. Hay que tener paciencia porque es un producto de maduración tardía y estoy convencido de que llegará. Baba es el que mayor salto de calidad ha dado. Ha mejorado en algunas facetas del juego, ha encontrado dimensión de protagonismo individual y lo veo como un jugador, si progresa así, NBA porque es un jugador con características para poderlo ser, y un jugador de Selección. Ahora mismo, es obvio que juega en una posición en la que están Santi y Juancho. Básicamente, él y Eli John (Ndiaye) están detrás de ellos, pero ojalá todas las posiciones estuviesen cubiertas hoy y mañana como la posición de 4.

¿Es conveniente lo que ha hecho Izan Almansa de marcharse a Australia a jugar?

Cada caso es distinto. Hay que jugar. Y hay que jugar donde te dejan jugar y donde te dan oportunidades. Es una liga muy exigente a nivel físico y atlético. Desde luego, mucho menos a nivel de conocimiento del juego y táctico, pero al menos está jugando. Ha tenido sus minutos, sus baches, ahora está jugando el playoff… Pero es que lo importante es jugar. Estamos preocupados por la escasísima presencia de jugadores españoles en la ACB. Pero si estuviese compensada porque juegan en Alemania, Italia, Francia, Australia o donde fuera… Tenemos un jugador en la G-League que es atípico, pero interesante. Y sólo tenemos uno en la NBA. Se trata de tener oportunidades y de merecer crecer tu estatus. Y para eso, tienes que mejorar. Pero para demostrarlo debes tener minutos en la cancha. Porque ya nos enteramos de lo que hace Folgueiras, o Nogués en Portland. De un grupo de 25 jugadores, tengo toda la información detallada al día siguiente del que juega, y un montaje de imágenes al mes. No se enterarán los aficionados de la calle, pero eso no pasa nada. El mundo del baloncesto se entera de que juegan. Da igual donde jueguen, que jueguen.

Lorenzo Brown ha dado muestras de querer ir al Eurobasket. Buena noticia. ¿Pero ha pensado qué le pudo pasar en los Juegos con vistas a que no se repita y ver la versión del Lorenzo de 2022?

Me interesará escucharle. Y todavía no he tenido modo, necesidad ni ocasión de poder tener una conversación con él. Es una cosa que me prometo hacer en las próximas semanas. Está teniendo una temporada muy complicada, lo que no debería ser negativo para la Selección porque puede encender sus ganas de revancha, su deseo de competir en un equipo donde tendría un rol más importante que el que está teniendo en su club. El año pasado, sin embargo, fue al revés. Vino de una temporada agotadora. Entre la guerra, los desplazamientos, y que llegaron al quinto partido del playoff de cuartos de la Euroliga y de la liga israelí, que fue la que más tarde acabó, no descansó. Luego, el Preolímpico y los Juegos. Y es un jugador que tiene una edad y una veteranía. Son consideraciones objetivas. Pero estoy pendiente de tener una conversación con él en las próximas semanas para poder ver si había algo… Pero es un jugador comprometido, serio, tenía a su familia allí arropándole, quería hacer unos grandes Juegos, le motivaba la experiencia olímpica. Su prestación, honestamente, pudo estar por debajo de lo esperable, pero no había nada más. Creo que llegó sin descanso y que le vendrá bien tener un mes de descanso.

Más allá de su estrecho vínculo con Higinio Alonso, Misko Raznatovic es su agente hace unos meses. ¿Cambia en algo su situación, significa que tiene más prisa por entrenar?

No, no, no, para nada. La decisión fue casi recomendada por Higinio, y en España sigo con él. Mi postura es la misma. No estoy ni con prisa ni con reticencia, para cuando haya una situación que me motive realmente. Pero creo que me he ganado, gracias a cómo está montada mi vida, el derecho a no tener que entrenar a un club a toda costa por un asunto de supervivencia. Y eso me permite poder decir no. O, como ha pasado, de priorizar la consideración hacia la Selección y darle un peso y una importancia. Aunque sea a costa de no poder comprometerme con proyectos que me hubiese encantado tener.

¿Cuántas ofertas ha tenido?

Ofertas reales, dos.

¿Llamadas?

Un par más.

“Hay que tener paciencia con Mara: es un producto de maduración tardía”

Sergio Scariolo

¿Ser comentarista como este año en Movistar le está permitiendo ver más baloncesto, menos o el mismo de otra manera?

Me está permitiendo estudiar y analizar al baloncesto, cosa que no haces necesariamente siempre, cuando no estás involucrado. Tú ves mucho baloncesto, pero lo de analizar las estadísticas tradicionales y avanzadas, ver dos o tres partidos anteriores de cada equipo, analizar a los jugadores como si preparase un partido…, es lo que hago para hacerlo como quiero hacerlo yo. Y es a lo que me obliga esta actividad de comentarista. Es decir, pasas de ver el partido como un espectador a sumarle el visionado, exactamente como si preparase un partido contra ese equipo. Y eso sí que me está enriqueciendo. Obviamente, me conlleva una concentración mayor hacia la ACB y la Euroliga. Veo menos partidos de otras ligas, pero sigo viendo el Milan-Virtus, Paris-Asvel, Olympiacos-Panathinaikos porque me interesan. Y también sigo viendo NBA de franquicias que me gusta ver como Cleveland, Oklahoma, Memphis, Brooklyn…

A nivel personal, ha sido un final y un principio de año difícil para usted por una pérdida como la de su madre. ¿Le hace mirar todo desde otro punto de vista, sigue teniendo la batería llena?

Sí. Al revés, diría que cargada porque vas sumando meses en los que, digamos, el día a día no es tan intenso como durante años seguidos. Estaba pensando que sólo he estado un año sin entrenar nada a nivel profesional. Veo que tengo la energía intacta. Y, además, físicamente, tengo una condición muy buena. No sólo salud, sino condición, movilidad, y ninguna necesidad de tanto descanso. En ese sentido, la genética me permite tener un nivel físico alto.

O sea, que hay Scariolo para rato.

Por supuesto, veremos dónde...

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