Usa las horas sindicales para poner su negocio, la empresa le ‘caza’ con un detective y todo acaba en despido procedente

Un delegado sindical fue despedido por hacer un uso indebido de sus horas sindicales, exactamente, para montar su propio negocio. Dicho cese se produjo tras una larga investigación efectuada por detectives.

Fueron los dirigentes los que, al sospechar de ese trabajo ajeno a su responsabilidad en la empresa, contrataron un servicio de investigación para llevar a cabo un seguimiento de su actividad y movimientos, lo cual derivó en su despido y, posteriormente, en una disputa judicial sobre si su cese era procedente o, en su defecto, improcedente.

El trabajador recurrió su despido en la justicia, y fueron dos instancias quienes le dieron la razón en un inicio, declarando así su despido como nulo. Estas fueron el Juzgado de lo Social número 3 de Vitoria-Gasteiz, y el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, después de que consideraran como “ilícito” el seguimiento.

Sentencia del Supremo

Ambas instancias judiciales consideraron que la empresa no justificó de manera adecuada el seguimiento mediante un detective. Sin embargo, la empresa presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que sí prosperó a su favor y en contra del trabajador.

En este sentido, el Alto Tribunal sostuvo que la compañía actuó en base a “sospechas fundadas”. Por otro lado, consideró que el seguimiento de los detectives “no vulneró ningún derecho fundamental” del empleado y que su vigilancia fue “proporcionada”.

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