Una dermatóloga pide precaución con este tipo de protectores labiales: generan vicio y más problemas
Aromas dulces, sensación de frescor... y labios cada vez más secos. No todos los protectores labiales son inofensivos.

Es un gesto muy habitual recurrir a bálsamos y protectores labiales para aliviar la sequedad. Sin embargo, lo que debería ser una solución puede convertirse en un problema si no se elige el producto adecuado.
Así lo ha explicado al medio RAC1.cat la dermatóloga Andrea Combalia, miembro de la Sociedad Catalana de Dermatología, que alerta sobre ciertos ingredientes que, lejos de hidratar, provocan una dependencia constante y aumentan la irritación.
Uno de los principales errores al elegir un protector labial, señala la doctora, es dejarse llevar por la sensación de frescura que provocan algunos componentes como el mentol, el alcanfor o el eucalipto. Aunque pueden parecer agradables al instante, “a largo plazo deshidratan la piel labial aún más, obligándonos a reaplicar constantemente”, explica Combalia.
Este círculo vicioso no solo no mejora el estado de los labios, sino que empeora su barrera natural, haciéndolos más sensibles y propensos a agrietarse.
Aromas y sabores: los enemigos invisibles
Los productos labiales con sabores dulces o aromas intensos pueden fomentar otro hábito perjudicial: lamerse los labios. “La saliva, lejos de hidratar, tiene un efecto irritante. Además, el gusto agradable puede hacer que se desarrollen manías como morderse o frotarse los labios”, apunta la especialista. Esta conducta repetida no solo daña la piel, sino que prolonga el mal estado de la zona.
Incluso ingredientes aparentemente “naturales” como el aceite de coco, explica, pueden provocar el mismo reflejo si resultan demasiado atractivos al gusto o al olfato.
¿Qué protectores son los adecuados?
La clave está en leer bien la etiqueta del producto. Para un uso seguro y eficaz, la dermatóloga recomienda elegir fórmulas que contengan glicerina, lanolina, manteca de karité o ácido hialurónico, ingredientes que realmente ayudan a reparar la piel sin provocar efectos rebote.
Asimismo, en exposiciones prolongadas al aire libre, especialmente en zonas con alta radiación solar, es preferible optar por bálsamos que incluyan protección solar (SPF) para evitar daños por rayos UV.
“No todos los productos que se aplican sobre los labios para protegerlos del frío y rehidratarlos son iguales, no podemos ponernos cualquier cosa”, advierte Combalia.
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