Un prestigioso fisiólogo deja clara la cantidad exacta de agua que debes beber al día
El agua es fundamental para el cuerpo: compone más de la mitad del organismo y su consumo ofrece multitud de beneficios. “No podemos existir sin ella, y si bebemos muy poca, se ven afectadas numerosas funciones corporales”.
El agua es un componente esencial del cuerpo humano. Desempeña funciones cruciales para el metabolismo y la salud en general, y representa entre el 50 % y el 65 % del organismo en la edad adulta. Sin una adecuada ingesta de líquidos, el organismo puede sufrir diversas afecciones, pero, ¿cuánta cantidad de agua es adecuada al día?
El Doctor Michael Fischer, director del Instituto de Fisiología de MedUni y profesor de la Universidad Médica de Viena, vislumbró en una entrevista al medio austriaco KURIER algunas respuestas para esta pregunta, y algunos consejos para tener una vida saludable. “El agua es el requisito previo para que nuestras células funcionen, para poder producir energía y proteínas, y para mantener el metabolismo”, afirmó.
Entre dos y tres litros
Según algunas recomendaciones dietéticas, es sugerible el consumo de como mínimo 1,5 litros de líquidos no alcohólicos al día, preferiblemente agua. No obstante, Fischer recomienda una ingesta mayor, de entre dos y tres litros diarios, para un funcionamiento óptimo del organismo. “El cuerpo necesita una gran cantidad de líquidos y solo le suministramos unos dos litros externamente cada día”, explicó. “No podemos existir sin ella, y si bebemos muy poca, se ven afectadas numerosas funciones corporales”, zanjó.
Dentro del organismo, se genera un ciclo de aproximadamente diez litros de líquidos al día. De estos, ocho provienen de secreciones glandulares (salivales, pancreáticas, gástricas), mientras que el intestino delgado absorbe nueve litros y el grueso, uno más. En total, solo 0,1 litros se eliminan en las heces y 1,8 litros en la orina.
La ingesta insuficiente de agua puede afectar el funcionamiento de los riñones. Cuando el cuerpo recibe poca agua, la concentración de sustancias como el fosfato y el calcio en la orina aumenta, favoreciendo la formación de cálculos renales y deteriorando la función renal a largo plazo. Además, Fischer advirtió que la deshidratación severa puede reducir el volumen sanguíneo, bajar la presión arterial y provocar fatiga, dolor de cabeza y pérdida de rendimiento cognitivo.
Consecuencias de un exceso de agua
En la otra cara de la moneda, beber demasiada agua no es bueno para el organismo. Para Fischer, los riñones son capaces de filtrar sin problema seis u ocho litros al día. No obstante, hay excepciones: aquellos pacientes con insuficiencia renal crónica o insuficiencia cardíaca avanzada deben controlar su consumo de líquidos, limitándolo a 1,5 o 2 litros diarios.
Por otro lado, beber agua a primera hora de la mañana es altamente recomendable, ya que durante la noche se produce una pérdida imperceptible de líquidos a través de la respiración. Asimismo, aunque desde un punto de vista fisiológico el agua no acelera el metabolismo ni quema grasa directamente, tomar un vaso antes de las comidas puede ayudar a perder peso al generar sensación de saciedad y reducir la cantidad de alimentos ingeridos.
Con todo esto, la recomendación es simple: beber suficiente agua, entre dos y tres litros, a lo largo del día para mantener un equilibrio adecuado y favorecer el buen funcionamiento de todas las funciones corporales.
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