Un estudiante viaja en avión dos veces por semana para evitar pagar el alquiler de una habitación: “Tengo más tiempo para estudiar”
Un estudiante de la Universidad de Columbia Británica ha encontrado una forma con la que evitar pagar el alto precio del alquiler en Canadá.
Un estudiante de 21 años llamado Tim Chen, procedente de China, viaja dos veces por semana en avión desde la ciudad de Calgary hasta Vancouver para asistir a sus clases presenciales. Los vuelos de ida y vuelta que el joven estudiante coge cada semana, le cuestan alrededor de 150 euros semanales, lo que supondría una media de 600 euros mensuales en billetes de avión. Sin embargo, esta práctica sale beneficiosa en favor del estudiante, ya que es la mitad de lo que pagaría por el alquiler de un apartamento de una habitación en Vancouver, Canadá.
“No tenía nada que perder”
Tim Chen se encuentra estudiando ingeniería y la idea de realizar dos vuelos semanales para asistir a clase, se le ocurrió cuando observó un anuncio de Flair Airlines dónde ofertaban vuelos de bajo coste entre Calgary y Vancouver. En un primer momento, el adolescente pensó que se trataba de una broma, pero tras unos días recapacitando se percató de que en realidad, era una opción viable. “No tenía nada que perder”, dice Chen. “Estaba desesperado por encontrar un lugar donde vivir que no me costara un ojo de la cara”, afirma el joven, que actualmente reside con sus padres.
Viaja en avión solo con una mochila
El joven Chen se despierta a las 4 de la mañana para coger el vuelo a las 6 de la mañana hacia Vancouver, eso sí sólo los días que tiene clase presencial. Llega al campus a las 8 para empezar las clases y luego toma un vuelo de regreso a Calgary por la noche. Una vez el avión aterriza en Calgary, el estudiante coge el transporte público y llega a su casa alrededor de las 00:30 de la noche. Este caso es realmente característico, ya que viaja únicamente con una mochila, en la que lleva un ordenador, algunos libros y algo de material escolar como lapiceros o folios.
Aunque pueda parecer que todo el proceso es duro y tardío, el joven Chen asegura que no es tan agotador cómo parece. “He aprendido a dormir en el avión”, señala. “En realidad, tengo más tiempo para estudiar ahora que no tengo que preocuparme por el tráfico o el transporte público”, concluye. La historia de este estudiante evidencia la problemática situación que se vive en Canadá por el precio de la vivienda, que dificulta la adaptación de los estudiantes a la situación escolar.
Misma situación en otras ciudades
La historia de Chen ejemplifica la situación que persiste en algunas ciudades del mundo, dónde el alto precio de la vivienda, supone en algunas ocasiones una factor difícil de enfrentar. Por ejemplo, es el caso de Palma, en las Islas Baleares, dónde los estudiantes se ven afectados ya que normalmente sus ingresos suelen ser limitados.
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