Ponen a subasta el misterioso barco rojo, el hombre logra hacerse con él y solo entonces se hace la pregunta importante
El llamativo barco, que perteneció a los bomberos, fue adquirido por 650 euros en una subasta de garaje en Alemania.
Los días de playa se pueden complicar. Uno sabe lo que lleva, pero no lo que puede dejar atrás. Siempre hay una sombrilla que causa baja, la nevera se rompe, la toalla se vuela, la colchoneta se va al fondo del mar... Y en uno de esos días, alguien abandonó un bote rojo.
La playa alemana de Ueckermünde fue testigo de cómo alguien dijo adiós a su barco, no sabemos la historia pero podemos imaginar en un final triste o fantasear con una despedida por todo lo alto. Y es que el adiós de alguien es siempre el hola de otro alguien, y es lo que pasó en la subasta a la que acudió un ciudadano alemán.
No quiso pujar por ninguna de las 40 bicicletas, cuatro relojes, un cuadro de ciclomotor, un escape, un patinete o dos bicicletas infantiles que estaban expuestas, sino que el llamativo color rojo de este bote le fascinó. A él, y a todos los presentes, pero sólo uno se lanzó.
Se ofrecía con un remolque de 1994 y un motor, ligeramente defectuoso, pero la oferta valía la pena. Era el chollo del día, el hallazgo de las subastas, esas que tanto se ven en programas de televisión y que nadie se cree.
Pagó 650 euros por un barco de los bomberos, de ahí el llamativo color rojo. Y fue cuando se vio que era suyo que se acordó que no sabía cómo llevarse el barco a casa. Dicen las crónicas de ese fin de semana que se lo llevó, pero no fue nada fácil. Al menos ya puede decir que es el flamante dueño de un barco de bomberos.
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