Pillan a los empleados lavando la carne descompuesta, la Guardia Civil interviene y se destapa el delito contra la salud pública

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, en colaboración con la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de las Islas Baleares, ha realizado una operación en la que se ha investigado a los empleados de una empresa distribuidora de alimentos por un presunto delito contra la salud pública.

Se ha denominado como ‘operación Exspiratum’, y durante la actuación policial se realizó una inspección profunda en una distribuidora de alimentos de Palma de Mallorca cuyo nombre se desconoce. Durante la revisión se localizaron 231 kilos de alimentos no seguros además de varios productos hechos a base de carne caducada.

Lavaban la carne con lejía

Según la investigación, los empleados lavaban con lejía la carne en mal estado para disimular el olor. También cortaban las partes externas de la carne para eliminar las zonas descompuestas y evitar que el aspecto delatase el verdadero estado del producto. De esta forma, se camuflaba el deterioro de los alimentos y la verdadera fecha de caducidad.

Tras lavar la carne, uno de los empleados que formaba parte del personal istrativo modificaba los números de lote de los productos para falsificar su fecha de consumo y prolongar su vida útil. Aunque las autoridades no lo han confirmado, todo hace indicar que durante la investigación contaron con la ayuda de un trabajador de la empresa que fue testigo de la actuación de sus compañeros.

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