La contundente respuesta de un restaurante a una mala reseña contra un empleado: “La estábamos esperando...”
La cuenta @Soycamarero comparte esta mala crítica de un cliente contra un trabajador, al que acusa de mal profesional y de no estar preparado para trabajar cara al público.
En el mundo de la restauración, como en el de los alojamientos, una mala reseña puede afectar directa o indirectamente a un negocio. Que un cliente se lleve una mala experiencia en un sitio, y que lo comparta con otros s a través de internet, puede tener repercusión para dicho negocio, en forma de una menor cantidad de reservas.
En algunos casos, por el motivo que sea, estas quejas pueden estar fundadas en un mal servicio. Y, aunque dicen que el cliente siempre tiene razón, hay veces en las que es complicado que se cumpla esta máxima. Es el caso, asegura el Hotel Restaurante La Brasa (en Vélez de Benaudalla), que la cuenta @soycamarero, en la que se exponen diferentes situaciones que se producen en el mundo de la restauración.
Uno de sus últimos clientes, molesto por su experiencia en el local, decidió dejar una reseña en la que apuntaba directamente al trato recibido. “El metre (bueno, el que toma nota de los platos y cobra) nos ha tratado fatal. Esta persona no está preparada para estar de cara al público”, comienza asegurando esta reseña, tras afirmar que había discutido con ellos por un café.
El restaurante “esperaba” la reseña
No contento con ello, tilda al trabajador de “incompetente y nada profesional”, añadiendo que ni ellos ni ningún conocido irá de nuevo a este local. “Lo último es que te traten mal”. Unas palabras que nada han sorprendido al restaurante, que ya estaba “esperando esta reseña”.
Los responsables del local han dado también su versión de los hechos, afirmando que el cliente se dirigió al trabajador con malas formas, menospreciándole y “tratándole como un esclavo que tenía que estar a sus pies”. Un comportamiento que, aseveran, no podían tolerar. Y, como punto final, destacan que este cliente descontento había olvidado mencionar en su crítica que fue invitado a “una copa de vino y unos choricillos”. Para él, este gesto de cortesía no fue suficiente. “Su malestar llegó porque no se le invitó también al café”, concluye la respuesta del restaurante.
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