En Reino Unido recurren a un experto en viajes para descubrir las cosas típicas de turistas que molestan en España
Según el medio británico Express, un experto en relaciones públicas desmiga cuatro aspectos que “evitan molestar” a los españoles.
El turismo tiene dos facetas. La cara de la moneda, el increíble impulso y sustento económico en zonas en la que la industria está dedicada a ello; y la cruz, el exceso y la masificación. España desde hace años vive este segundo escenario, más que el primero. Y esto se materializa en manifestaciones y descontento social, ejemplificado en las recientes concentraciones en las Islas Canarias, principalmente en Tenerife y Las Palmas, bajo el lema de “¡Canarias tiene un límite!
Hasta tal punto se ha acercado ese límite que buena parte de las reclamaciones que han pedido los protestantes son simplemente primarias: en la autonomía con el menor salario medio de España, el a la vivienda, al agua y al suministro se prioriza para los turistas, antes que para los propios canarios. Una situación y una especulación extranjera que, según los organizadores de las marchas, colapsa las islas y las asfixia cada vez más.
Los británicos, quienes dominaron el mercado turístico en Canarias el año pasado, con 2,8 millones de llegadas sólo a Lanzarote, tienen conciencia de esto. Según Seamus McCauley, director de relaciones públicas de Holiday Extras, empresa de complementos de viaje, los turistas pueden y deben dar su brazo a torcer.
Desde evitar temporadas altas hasta integrarse en la vida local
“Las manifestaciones han sido ruidosas, disruptivas y deliberadamente dirigidas a afectar a los servicios utilizados por los turistas", afirma en una entrevista para Express. Sin embargo, los datos del sector no se manifiestan, de momento, a la altura del descontento. Según un informe de la Asociación para la Excelencia del Turismo de Canarias, en el primer trimestre de 2025 hubo un 2,42% más de turistas locales comparado con el mismo periodo en 2024, casi 5 millones de visitantes en el archipiélago. No obstante, se prevé que en 2026 descienda suavemente.
En este contexto, McCauley aconsejó, en vistas de la temporada alta que se avecina este verano, que se concreten viajes a las islas fuera de estas fechas, para “aliviar la presión sobre los recursos locales”. Pero lo más determinante, según el experto, es fomentar y adaptarse, en todos los sentidos, a la vida local.
“Los visitantes que se alojan en alojamientos locales, comen en restaurantes locales, ahorran agua y se esfuerzan por vivir como residentes locales contribuirían a reducir el impacto negativo de la masificación". Esto es el abc (y d) para ser un buen turista. Esas serían las cuatro cosas que si un (buen) turista hace, los españoles verían con buenos ojos.
En un panorama en el que el respeto al sitio que se visita parece haberse disuelto, viene bien recordar estos principios. Los británicos, por lo menos a priori, se conciencian. Ahora habrá que ver cómo transcurre el verano en las Islas Canarias, en las Baleares y, en general, en toda España.
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