En Europa están tomando medidas drásticas contra uno de los vehículos más queridos en España: las sanciones son de cientos de euros
Países como Grecia, Suiza, Países Bajos y Reino Unido imponen nuevas normativas que limitan la acampada libre y el estacionamiento de autocaravanas, afectando a miles de viajeros europeos.

Durante décadas, viajar en autocaravana ha sido sinónimo de libertad, naturaleza y una forma económica de explorar el mundo. Pero este modelo está enfrentando crecientes restricciones en Europa y otras regiones del mundo. Países como Grecia, Suiza, Países Bajos, Reino Unido o la República Checa están aprobando normativas cada vez más duras que buscan limitar, o incluso prohibir, la acampada libre y el estacionamiento improvisado. Las razones son el impacto ambiental, la saturación turística y las crecientes quejas vecinales.
El caso más llamativo es el de Grecia, donde una nueva legislación prohíbe expresamente el estacionamiento de autocaravanas en lugares públicos como playas, bosques, parques naturales e incluso en simples aparcamientos urbanos. Además, limita a una sola autocaravana el alojamiento en propiedades privadas, aunque el propietario dé su consentimiento.
Las sanciones por incumplir esta normativa no son menores: multas de hasta 300 euros y penas de prisión de hasta tres meses. Las autoridades justifican la medida en la necesidad de proteger el entorno natural, evitar la sobrecarga de infraestructuras y reducir los residuos abandonados. Sin embargo, comunidades rurales y negocios turísticos denuncian que esta ley puede hundir una parte esencial de la economía local.
Regulaciones y sanciones económicas
Tanto en Países Bajos como en Luxemburgo, la acampada libre está completamente prohibida. Solo se permite pernoctar en áreas específicamente designadas para autocaravanas o campings registrados. Cualquier intento de dormir fuera de estos espacios es sancionado con severidad.
En Luxemburgo, incluso zonas rurales son patrulladas regularmente por autoridades locales, que verifican que los viajeros estén cumpliendo con las normas. El modelo neerlandés, centrado en el orden y la planificación, se está extendiendo como referencia para otros países.
Suiza mantiene una de las posturas más rígidas de Europa respecto a este tipo de turismo. Salvo en espacios autorizados y claramente señalizados, el estacionamiento nocturno está prohibido. Cada cantón suizo puede aplicar reglas aún más restrictivas, y los controles son frecuentes.
En la República Checa no existe una ley que prohíba de forma explícita la acampada libre. Sin embargo, en la práctica, pernoctar fuera de zonas oficiales no está permitido. Las autoridades suelen intervenir ante cualquier intento de acampada no autorizada, por lo que muchos viajeros evitan el país o recurren únicamente a campings registrados.
El Reino Unido no ha legislado una prohibición nacional, pero varios consejos locales están aplicando normativas cada vez más restrictivas. En Lancashire, por ejemplo, se ha prohibido aparcar autocaravanas en zonas como St Annes entre las 18:00 y las 8:00, con multas de hasta 70 libras. En Yorkshire del Norte, municipios como Scarborough y Whitby están inmersos en una prueba piloto de 18 meses para prohibir el estacionamiento nocturno. Si la prueba es positiva, la medida se aplicará de forma permanente.
La razón, según las autoridades, es doble, reducir la basura acumulada en espacios naturales y evitar molestias a los residentes.
En Italia no existe una ley nacional restrictiva, pero los municipios más turísticos, como los de Cinque Terre, Toscana o la Costa Amalfitana, han comenzado a colocar señalizaciones que prohíben expresamente la pernocta en autocaravanas.
El objetivo es frenar el exceso de visitantes y proteger espacios declarados Patrimonio de la Humanidad. Las multas oscilan entre 85 y 335 euros.
Al otro lado del Atlántico, el enfoque es distinto. En lugar de prohibir el uso de autocaravanas, varios estados de EE.UU. están legislando para limitar la venta de modelos con motor de combustión interna. California, Nueva York, Oregón o Vermont están impulsando normativas que a partir de 2025 o 2027 vetarán la matriculación de nuevas autocaravanas que no sean eléctricas.
No se prohíbe el uso de las actuales, pero sí se condiciona el futuro del sector, en línea con objetivos de descarbonización y sostenibilidad.
El futuro del “van life”: entre la regulación y la adaptación
El espíritu de libertad que representa la vida en furgoneta o autocaravana se enfrenta a una transformación profunda. Las nuevas normativas obligan a los viajeros a ser más planificadores, a ceñirse a espacios habilitados y a mantenerse informados para evitar sanciones.
Sin embargo, esto no supone el fin de esta forma de viajar. Más bien, abre la puerta a una nueva etapa: más sostenible, respetuosa y adaptada a los retos actuales.
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