Defensa

Así funciona el potente obús de Estados Unidos que ayudó a Ucrania a frenar el avance ruso

Ha sido clave en batallas en el Donbás, Jersón y Zaporiyia. La primera vez que entró en combate fue en la Guerra de Afganistán (2005–2021).

M777 Howitzer
Lance l. Shaltiel Dominguez
Laura Martin Sanjuan
Cosecha del 81. Licenciada en Periodismo. Desde 2017 en Diario AS. Si hay un directo, estará tecleando. Sino, estará buscando una entrevista, un destino por descubrir o un personaje al que conocer.
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El obús M777, también conocido como “Triple 7”, es una de las piezas de artillería más avanzadas y ligeras del mundo. Lo fabrica BAE Systems en sus plantas de Estados Unidos y del Reino Unido. Ha sido precisamente el ejército americano el que ha hecho de este obús en la ofensiva rusa en Ucrania una de las armas clave para frenar el avance ruso de una conflicto que dura ya más de tres años.

El obús M777 tiene un alcance de hasta 40 km con munición estándar y hasta 70 km con proyectiles Excalibur, superando la artillería rusa en algunos casos. Gracias a sistemas de guiado GPS (como en los proyectiles Excalibur), puede impactar blancos con gran exactitud, reduciendo los daños colaterales.

Es más ligero, su peso es de 4.200 kg, que otros obuses, por lo que permite un transporte rápido tanto por helicópteros o camiones, clave en el dinámico frente ucraniano, donde la logística se ha demostrado fundamental. Al usar munición OTAN estándar (155 mm), se facilita el suministro desde todos los aliados occidentales, que han estado apoyando a Ucrania desde febrero de 2022.

Su diseño permite desplegarlo y retirarlo rápidamente, evitando contraataques enemigos. Con una munición inteligente, puede neutralizar tanques y vehículos blindados rusos, por lo que obliga a las fuerzas rusas a dispersar depósitos y mandos, reduciendo su eficacia.

El M777 Incluye sistemas digitales para ajustar disparos en tiempo real, mejorando la efectividad; es uno de los símbolos del apoyo occidental. Su flexibilidad táctica se ve tanto en la defensa en tierras ucranianas, frenando avances, como en las acciones ofensivas, preparando contraataques.

Su impacto depende de la disponibilidad de la munición, el entrenamiento del operativo que lo movilice, y el mantenimiento, desafíos importantes en el contexto ucraniano ya que cuanta más tecnología tengan las armas, mayor será el mantenimiento y que todo esté en pleno funcionamiento. Cada lanzamiento de un M777 requiere entre 7 y 8 militares.

De hecho, su movilidad hace que sea sencilla tanto por el MV-22 Osprey (que combina las capacidades de un helicóptero con las de un avión de ala fija), como por el CH-53E Super Stallion (uno de los helicópteros más grandes y potentes del mundo, diseñado para misiones de transporte pesado en entornos militares exigentes), y un solo CH-47 Chinook.

El M777 en combate

La primera vez que entró en combate fue en la Guerra de Afganistán (2005–2021). Fue utilizado por el Ejército de Estados Unidos, los Marines y las fuerzas canadienses. Fue esencial en operaciones de apoyo de fuego en algunas de las zonas montañosas y más remotas. Se empleó con munición guiada por GPS como el M982 Excalibur.

En la guerra en Irak (2003–2011, y operaciones posteriores) se usó en operaciones contra insurgentes y en apoyo a las tropas terrestres. Su capacidad de despliegue rápido fue clave en zonas urbanas y desérticas.

Contra el Estado Islámico (ISIS), fue utilizado por fuerzas estadounidenses en Siria e Irak. Proporcionaba fuego de apoyo en ofensivas como la de la liberación de Raqqa, considerada la capital del autoproclamado califato del Estado Islámico (Daesh), que se completó el 17 de octubre de 2017. Esta operación fue llevada a cabo por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), con el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. La batalla fue parte de la campaña llamada “Ira del Éufrates”, que comenzó en noviembre de 2016 y culminó con la toma total de la ciudad tras más de cuatro meses de intensos combates urbanos.

En la guerra en Ucrania (desde 2022 hasta la actualidad), ha sido uno de los sistemas de artillería más importantes entregados por Estados Unidos, Canadá y Australia al ejército de Zelenski. Ha sido clave en batallas en el Donbás, Jersón y Zaporiyia. Su precisión y alcance (hasta 40 km con proyectiles Excalibur) han permitido a Ucrania golpear posiciones rusas a larga distancia y con una gran efectividad.

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