Cortar cebolla te produce llanto, prueba con este truco y olvídate de las lágrimas
Te compartimos algunos consejos para evitar llorar al momento de cortar cebolla, pues es una de las tareas más cotidianas de la cocina.
Cortar cebolla es una de esas tareas comunes en la cocina, pero ¿quién no ha sufrido por el llanto y la incomodidad que provoca? La razón detrás de las lágrimas está en los compuestos sulfurados que se liberan al cortar la cebolla, lo que irrita los ojos y hace que lagrimeemos. Sin embargo, no todo está perdido; existen soluciones sencillas para evitar que las lágrimas te acompañen cada vez que prepares tus platillos favoritos.
Si eres de los que siempre busca una manera de cortar cebollas sin sufrir los efectos, aquí te compartimos algunos trucos que puedes poner en práctica de inmediato.
¿Por qué cortamos cebolla y lloramos?
Cuando cortamos una cebolla, rompemos sus células, liberando un gas llamado propanotial-S-óxido. Este compuesto volátil se convierte en ácido cuando entra en o con la humedad de nuestros ojos, lo que provoca irritación y nos hace llorar. Afortunadamente, hay formas de evitar que esto ocurra.
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Los mejores trucos para cortar cebolla sin llorar
Uno de los trucos más sencillos y efectivos es masticar chicle mientras cortas la cebolla. Al hacerlo, la acción de masticar disminuye la cantidad de compuestos irritantes que llegan a tus ojos, ayudando a reducir las lágrimas. Este truco es ideal si eres fan de los chicles, ya que no solo evitarás el llanto, sino que también disfrutarás de un sabor extra mientras cocinas.
Otra recomendación es remojar la cebolla en agua antes de cortarla. Simplemente sumérgela por unos minutos y notarás que se libera menos gas irritante al momento de cortarla, lo que disminuye la sensación de ardor en los ojos. Esta es una opción fácil que no requiere más que un poco de tiempo y agua.
Si los trucos anteriores no te convencen, hay otras formas de reducir el llanto al cortar cebolla. Por ejemplo, cortar la cebolla bajo un flujo de agua fría o usar un cuchillo muy afilado también puede minimizar la liberación de los compuestos sulfurados. Además, mantener la cebolla en el refrigerador antes de cortarla reduce la cantidad de gas que se libera, lo que puede hacer que la experiencia sea mucho más llevadera.
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